Y QUEDO.

Y quedo blandiendo el horizonte
entre rumores de la tarde,
de mar azul, ciudad de sol
sombra perdida, como el humo en los rincones.

Árbol y nebulosa, cómplice de otra estrella
domador de la piedra,
mujer en la que muero y en la que canto.

Y así quedo en la puerta de cristales
y en la esterilidad de cada día.

Y quedan las palmeras solas y sensitivas
ante un café que humea,
sueños arrinconados en la blanda penumbra.

Quedo en el destino terrible de la remota estrella
esa que somos,la noria reiterada sin ojos y orillas,
limpiabotas que charola el tiempo y lo cepilla.

Y quedo cantando el ímpetu alegre
de los días que empiezan,
entre pájaros y raíces,
la armonía del torso que se yergue desnudo,
el barro en los alfares y en las eras el trigo,
y en la luz, el sueño que los libere.

Y quedo de pie con el gozo del bosque
ávidamente nueva,dispersada en el viento,
y apresurando el camino de siempre
como el amanecer, como la noche.

quedo de pie con el gozo del bosque
ávidamente nueva,dispersada en el viento,
y apresurando el camino de siempre
como el amanecer, como la noche.

te pasate con esto leyre, buenisimo...

Opino igual que Andrea, querida amiga... Qué esplendor maravilloso has logrado...
Has alcanzado estrellas lejanas, conteniendo aún las raíces de un árbol que nos da su sombra y su resguardo... Elevado canto sosteniendo el alba, y creciendo en la premura de unas alas que elevan al que te lee.

Maravilloso como siempre.

Un abrazo amiga!!!!

Sigue adelante con tu inspiración!!!!!

Gracias por compartir!!!!!

(Te pasaste, Leyre!!!!)

Gracias Andica , gracias Ale.
Os pasasteis los dos, no merezco tantos honores.
Abrazos.