¿QUIÉN SUPIERA LEER EN TU SILENCIO?.

Que así sea, que el pan nos guarde
el aire y las bellas palomas
y reconocer la noche
con sus cestas encendidas de trigo,
o el aire entre mis manos, desvanecido.

Cuando las campanas se anuncian mudas
alargando las sombras de la cal,
blancas como de sueño
sumergiendo mis pies en un altar.

Sacromontes en pena
un Cristo sin peana, y a volar,
con las manos vacías
acariciando tu sueño
para que nazca la eternidad.

La noche para que guarde el secreto
ignore tus pasos
y el viento escuche tu soledad,
la pena dentro de mi cómoda,
el río debajo de mi cama
y el pez nadando en el desván.

¿Quién supiera leer en tu silencio?
la noche en su recelo
la pena, el río y el pez,
y en el umbral el sueño
puesto al revés,
o tal vez el tiempo
con la palabra en tu espalda
eche raíces,
y se convierta en inmortal,
con su cansancio de siglos
y el silencio sin justificar.

Precioso Leyre. Gusto siempre leerte. Besos BETT

Mi silencio es mi angustia, mi pesar,
mi desconcierto
cuando te hablo y ni el eco me responde,
cuando miro hacia tu noche y no distingo
ni la luz de tus razones.

Mi silencio es el silencio de otros tiempos
cuando el mar era color de la esperanza
y cruzarlo
era una balsa en tu cama
o en la mía.

Mi silencio se desvive y agoniza
cuando apoyas en mis ojos tu mirada,
cuando dices mi nombre
entre mis brazos de amante
y mis caricias

Gracias querida amiga, el placer siempre mio.
Besos.

Hay muchas formas de silencios Marcelo, sobre todo ese silencio que uno siente cuando al acercarse a lo alto aumenta, y te recuerda que en el "Templo del silencio" nunca se ha pronunciado una palabra porque está empapado de silencio atemporal y te das cuenta de lo refrescante y regenerador que es no tener que hablar.
Besos y gracias por el poema.