Heridas por la soledad

Buscando entre las madrigueras de lo incausto,
he fracasado por mis miedos, me cortaron mis dedos
y tuve que caminar mil kilómetros hacia el olvido,
ahogándome con mis lágrimas, soportando mi llanto.

Encontré un muñeco que hace once años estaba solo,
me hablo como si fuera otro, no el mismo niño
y se suicidó tirándose hacia el tacho de basura,
dejándome más solo que un pájaro en la Antártida.

Tirado como un maniquí en un lago contaminado,
sigo arrastrándome con mis dolores y mi odio
que tengo hacia los hombres que se sienten hombres
y no saben que caen cuando sus damas le dejan sin picaportes.

Oculto como la Luna escondiéndose detrás del Sol,
como un extranjero ocultándose en las tierras del amor,
me quedo en esta silla escribiendo lo que antes era feliz
y dejo un pequeño verso, escrito en el lápiz.

Así estoy… así me siento hoy… sin ti.