DE MI SANGRE

No hay tiempo en este silencio
ni límite inalcanzable,
el amor se extiende ancho y desnudo
abrumador,
como fruta madura de añoranza en los labios.

De amor sabe cuando te revive
cuando husmea tu caricia
en la rabia de estar lejos
gozosamente herida de dolor y furia
de amarnos tanto.

Son bocas punzantes como rayos,
son gritos del valle del amor agarrados,
son tirones del alma de mi sangre en vida.

Tu piel, tu beso, tu cuerpo
tu alma en huracán trepa y se vuelca
en los hondos barrancos de mi impaciencia.

Son los caminos de mi sangre
bajo la palabra amor
en tus manos de espera,
para que el agua me desborde
y heñirse el corazón de cielo
hasta tomarme y colmarme,
presa y sin prisa.

Te felicito Leyre, por tu maravillosa poesía!!!! Iluminas nuestro rostro con tu bellísima creación!!!!! Magnífica!!!!

De amor sabe cuando te revive
cuando husmea tu caricia
en la rabia de estar lejos
gozosamente herida de dolor y furia
de amarnos tanto.

Rebozante de sentimiento profundo, y exquisito dialecto de magnífico versar, en un idioma apasionante que atrae al lector y lo hace suspirar, en un candor que luego lo hace reposar... Su consonante belleza lo hace retozar e inspira nuevos movimientos para una apacible lectura de enamorado sentir.

Bellísima Poesía, Leyre!!!!!

Te felicito, y te mando un abrazo con un hermanado corazón que late en tu belleza.

Sigue adelante Poetisa!!!! Sigue adelante con tu inspiración!!!!!

Gracias Ale,siempre en el lado mejor de las cosas.
Me contagias con tu entusiasmo, vitalidad y belleza interior,las armas siempre pierden frente al abrazo y florecen claveles en los fusiles.
Mi admiración, amistad y cariño siempre.
Besos poeta.

!!!Que belleza Leyre !!!
A veces siento una felicidad tan grande de compartir estas
maravillas.
Y manifestarlo. ( antes me daba timidez comentar 9
Gracias Mil por tanta estética profunda.

Juan Luis

Simplemente bello.

KAINA.

Así es , es muy gratificante el compartir amigo poeta.
Gracias por tus agradables comentarios.

Gracias Kaina, lo bello siempre está en los ojos de quien lo mira.