De la pasión al amor

Aunando al fin nuestros seres
de una forma irracional,
se desbordó el manantial
de amor, pasión y placeres,

Caudal de fuego y de brama,
la unión fue casi demente,
impetuosa y de repente,
consumidos por la flama.

Tanto tiempo de buscarte,
tanto tiempo te esperé,
que cuando al fin te encontré,
solo deseaba tomarte.

La explosión de aquel momento
cedió el paso a la ternura,
besándonos sin premura,
nos amamos sin tormento.

El dulce de las caricias,
humedeciendo el aliento,
nos dio a beber el ungüento
que da a la piel sus delicias.

Entre besos y gemidos,
suspiros entrecortados,
nos dormimos agotados
de tanto amar, consumidos.

Encendimos el incienso
de un amor que huele a eterno,
que ni Dios, ni el mismo infierno
lo apagarán, por lo intenso.