ASI COMO UN AUTO…

No, no, no y nooooooo!!!! Totalmente en desacuerdo contigo amiga mia, la vida niña presciosa es divina como dicen algunos, es sensilla y se presta para lo que le propongas, lo que se abolla es el alma con tantas penas que uno le carga (te habla la voz de la experiencia) lo que se arruga es la piel, pero no la picardia jijiji, lo que se pierde en ese mirada profunda es un sueño en el horizonte invitandonos a seguirlo, por que siempre hasta el ultmo de los dias hay tiempo para soñar, lo que hace debilitar el corazón, es esa espera ridícula de que a uno vendrá la felicidad, debemos ir en busca de ella amiga, existen momentos en la vida que ya no viene a uno solo, se debe ir detrás, total, lo bailado quien le quita a uno no? La falta de ganas a causa de aquell arutina diaria es lo que debilita y hace que las piernas ya no respondan, créeme por que a mi intenta ocurrirme lo mismo estos últimos días y aún me falta pasar por mucha sosobra, la vida amiga es sensilla y hermosa, somos nosotros los que leelejimos el color.
Te adoro y disculpas pero el poema está buenisimo para melancólicos, yo sólo me dedique a tallar a mi forma el contenido, nada más, de una ochentosa a una princesa, (siempre me dicen que parezco de 80 por mi forma de razonar) besotes mil para ti.

Es algo que se me ocurrió mirando los ojos de las personas mayores en el colectivo, es como que pierden el brillo...como que miran sin ver...fijate. Besotes y gracias amiga por tu comentario. Siempre le peleo a la vida. BETT

Lamentablemente es así, Bett. La ancianidad plantea un problema social y afectivo que aún está lejos de poder resolverse... más todavía en estos tiempos de tanto materialismo y superficialidad... una gran tarea pendiente de nuestra especie...

Así las cosas, preferiría quitarme la vida dulce y sosegadamente antes que pasar las penurias que viven los ancianos de nuestros tiempos...

Lo has puesto excelentemente en esta poesía...

Abrazos, mi amiga querida.

Comparto lo que decis...el anciano se siente sólo, abandonado. Acá ayudaron mucho los club o centros de jubilados, ya que se reunen, juegan a las cartas, charlan, pasean etc. Pero la persona que no se integra a los mismos, es como que pierde su brillo en los ojos, veo en ellos resignación y entrega.
Cuando viajo en los medios de transporte observo, y sobre todo los ojos su brillo, su mirada etc.
Y como vos le pido a Dios no llegar a esa situación...pero el hombre propone y dios dispone.
Un beso y gracias por pasar amigo. Besos BETT

Todo anciano vive confinado en un sistema de sueños y recuerdos,como un cenobita en su desierto,el día que el anciano sale de su sistema,o el cenobita sale de su cueva,se haya desorientado,y tropieza con ese enigma vivo que es el hombre,en cuyo torno giran nuevos sistemas,nuevos conceptos, que no podrá descifrar,y que lo sumira más en su mar de angustia.

Tal cual lo decis Kin....esperemos que si llegamos, no estemos angustiados como la mayoria. Gracias por leerme amigo. Un beso BETT