DESDE MI SOLEDAD

DESDE MI SOLEDAD


Estoy solo, inmensamente solo;
mi soledad me suena a redundancia,
me sabe a sal, a hiel, tierra y arena;
la siento cual terrible puñalada
que en el alma ha dejado cicatrices
y un gran dolor profundo que me mata.

Estoy solo y muriendo lentamente
en las sombras silenciosas que me atan;
donde quiera que voy llevo mi cárcel
—soledad de las penas que me clavan,
me separa del mundo y de los míos,
me encadena, me encierra y me amordaza.

Si grito desde el fondo de mi ser
el eco me devuelve mis palabras;
si pido al viento que me de una voz
el mismo viento enmudece y calla.
Aun la luna misteriosa duerme
y hasta el grillo noctámbulo no canta.

Estoy solo, inmensamente solo;
y busco a ciegas una mano cálida,
la seda y terciopelo que acaricia.
Me imagino mil risas y palabras,
el azúcar del beso vespertino
con aroma de azahar y de granadas.
¡Oh nostalgia de amar, locas ideas,
sueño febril de un alma solitaria!



Jonathan Mateos

ohhhh soledad que bello poema te han dedicado!!!!!excelente

A fin de cuentas la soledad es buena; la diferencia la hacemos nosotros. Que hacemos en la soledad?
Gracias por pasar por mis no muy derechos renglones.