Pinto

Pinto

Este era un hombre al que miraban hombres
con amor y deseo y más deseo,
que se negó en la luz a este recreo,
que alas dio en las sombras a sus nombres.

Tuvo mujer e hijos y pronombres:
sus odios su licor su devaneo,
su olvido al día siguiente, su mareo
y nunca un pretender otros renombres.

Puedes reir, puede que no te asombres
o que apuntes al señor del que te leo,
puedes querer ir tú con gentilhombres.

Yo tan sólo relato lo que veo,
no busco para nadie sobrenombres,
me lo contó un hermano y yo le creo.

16 03 11

Quizás tengas razón, yo prefiero no meterme, donde nada comprendo, elijo abrir los ojos y poner en alerta los oidos, quizás descubra pronto, o me cruce en aquella esquina, con aquel nombrado.

Abrazos y te sigo leyendo.

KAINA.