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por Marcelo Raúl Dom Sep 04, 2011 4:27 am¿De qué me sirve tu cuerpo desnudo si tu alma
permanece en la espesura, amada mía?
Tu culpa es una forma de energía que te mueve y se transforma
¡No la quiero!
¿Eres monstruo? Lo supe antes de besar tus escamas y colmillos,
y así te quise aunque la vida me pusiera una alarma a cada paso,
y tus besos me drogaran y llevaran mi poesía
a la fría realidad de los gusanos.
No entendiste que mi sangre es sólo un río
que transporta mis hormonas,
no supiste ver el veredicto que mandó nuestro amor al espejismo.
¿A quién le interesan cumpleaños, cumplemeses, cumpledías,
si el espíritu envejece y se desgaja?
Te pido una tregua y serruchas la rama de mi nido,
te exijo redención y te desgranas.
¡Deja ya de jugar a la niña malcriada
y despabila tus encantos, mi divina!
que la vida se acomoda y se amortaja sin ninguna maldición
y sin orquesta,
y aunque cueste madurar las arrugas aparecen sin medida,
y aunque creas que no soy imprescindible,
yo he tomado de la tierra los despojos
para formar ese cuerpo con que llenas los espacios,
ese odio o amor que te calcina,
esa falta de objetivos que te ciega.
No reniegues de mí si no sabes mis motivos,
no te espantes de mis alas
si dejaste abierta tu ventana
para que huyera hacia el sol y me quemara.
No me importa si te ves joven o vieja, ya no soy el caballero
que en las grupas te llevaba a mostrarte los castillos y las medias.
No me pidas que te muestre mi destino
si he pagado la primera cuota de mi nicho y en mi lista no apareces.
¿Eres silencio?¿Eres agua? ¿Eres espada?
¿Eres todo? ¿eres nada? ¿eres enigma?
Eres tal vez la mitad que me faltaba, mi parte femenina,
el rayo que gesté con mi tormenta y en la tierra se descarga,
la mañana luminosa
la noche fortalecida,
mis gestos, mis rencores, mi metralla.
¿O eres sólo un buen recuerdo
con sus partes desprolijas
olvidadas?
permanece en la espesura, amada mía?
Tu culpa es una forma de energía que te mueve y se transforma
¡No la quiero!
¿Eres monstruo? Lo supe antes de besar tus escamas y colmillos,
y así te quise aunque la vida me pusiera una alarma a cada paso,
y tus besos me drogaran y llevaran mi poesía
a la fría realidad de los gusanos.
No entendiste que mi sangre es sólo un río
que transporta mis hormonas,
no supiste ver el veredicto que mandó nuestro amor al espejismo.
¿A quién le interesan cumpleaños, cumplemeses, cumpledías,
si el espíritu envejece y se desgaja?
Te pido una tregua y serruchas la rama de mi nido,
te exijo redención y te desgranas.
¡Deja ya de jugar a la niña malcriada
y despabila tus encantos, mi divina!
que la vida se acomoda y se amortaja sin ninguna maldición
y sin orquesta,
y aunque cueste madurar las arrugas aparecen sin medida,
y aunque creas que no soy imprescindible,
yo he tomado de la tierra los despojos
para formar ese cuerpo con que llenas los espacios,
ese odio o amor que te calcina,
esa falta de objetivos que te ciega.
No reniegues de mí si no sabes mis motivos,
no te espantes de mis alas
si dejaste abierta tu ventana
para que huyera hacia el sol y me quemara.
No me importa si te ves joven o vieja, ya no soy el caballero
que en las grupas te llevaba a mostrarte los castillos y las medias.
No me pidas que te muestre mi destino
si he pagado la primera cuota de mi nicho y en mi lista no apareces.
¿Eres silencio?¿Eres agua? ¿Eres espada?
¿Eres todo? ¿eres nada? ¿eres enigma?
Eres tal vez la mitad que me faltaba, mi parte femenina,
el rayo que gesté con mi tormenta y en la tierra se descarga,
la mañana luminosa
la noche fortalecida,
mis gestos, mis rencores, mi metralla.
¿O eres sólo un buen recuerdo
con sus partes desprolijas
olvidadas?
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