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por Hace días que nada sé de ti
y he comenzado a pensar…
Que quizás ya me hayas olvidado.
Como olvidamos el primer soplo de vida,
es que ya hace días que de ti nada he leído,
quizás tu pluma no se ha enterado… Que en
tú escritorio falta la tinta con la cual crea bellos versos.
Es que existe tanto perfumé de mujer con el que se puede
un poeta inspirar, surcando en el aire, de este bello universo.
Ay…! Pero si el viento te hablase de mí…
De la pena que cargo estos días que nada sé de ti.
Escucharías en sus susurros suaves a tu oído,
la historia más triste que hablaría de la muerte de una poetisa,
desfallecida por amor…
Su muerte junto a una pluma, una hoja y la luz de una vela,
a poco de extinguirse y llevarse con su luz tan frágil,
el alma de quien hoy extraña tu nombre, y escribe en su
frágil luz, versos y rimas que hablan del desconsuelo que carga sus noches.
En un momento la frágil luz de la vela dejo leer al viento,
(Que hoy te cuenta la historia de una muerte en tu oído)
algunos versos que la poetisa se encontraba trazando,
en nombre de un amor que hace días nada sabia, el viento sigiloso
se pozo con celo sobre el manuscrito y lo escrito decía:
Ojala y la luz blanca de la luna
que penetra sin permiso por mi ventana,
y se acomoda suave en mi cama (como invitándome)
alcanzase para dar luz a esta soledad
que hoy me cubre con su manto gris,
y el cual aún no me ha vuelto su prisionera,
por el cálido resplandor a veces…
furioso otras…De esta vela.
Pero que será de mí, cuando la luz de la luna
que se encuentra echada en mi cama,
se levante extenuado de esperarme,
y se marche a paso apresurado antes…
De que su eterno amor (el sol) lo descubra.
Y si con el se marche el resplandor de esta vela?
Quizás con ellos se vaya mi pena… Mi angustia,
quizás con ellos… Me marche yo…
Presuroso el viento se marchó del lado de la poetisa,
temía apagar la frágil luz de lo único que la mantenía
a salvo de la soledad que buscaba aprisionarla.
Pero como habrás de seguro escuchado… La pena con el
Que ella te clama…
es más profundo que cualquier puñalada, que en tu existencia
hayas sentido.
A veces el amor se presenta de manera de ensayo constante,
quizás por que así se presentan los amores que serán eternamente,
y Eros y Afrodita dioses del amor, necesitan asegurarse que
se merezca regalo semejante, o no?
Hace días que nada sé de ti
y solo puedo decir… Que si el amor, es un ensayo constante,
tolerare cada prueba que ellos… Los dioses del amor me tracen,
sin doblegarme, sin permitir que mi desconsuelo me venza,
seguiré adelante en mi espera, de un presente en tus besos, y tus caricias.
Hace días que nada sé de ti
pero a pesar de ello hoy escribiendo aprendí a ahogar
en letras mis deseos de ti.
y he comenzado a pensar…
Que quizás ya me hayas olvidado.
Como olvidamos el primer soplo de vida,
es que ya hace días que de ti nada he leído,
quizás tu pluma no se ha enterado… Que en
tú escritorio falta la tinta con la cual crea bellos versos.
Es que existe tanto perfumé de mujer con el que se puede
un poeta inspirar, surcando en el aire, de este bello universo.
Ay…! Pero si el viento te hablase de mí…
De la pena que cargo estos días que nada sé de ti.
Escucharías en sus susurros suaves a tu oído,
la historia más triste que hablaría de la muerte de una poetisa,
desfallecida por amor…
Su muerte junto a una pluma, una hoja y la luz de una vela,
a poco de extinguirse y llevarse con su luz tan frágil,
el alma de quien hoy extraña tu nombre, y escribe en su
frágil luz, versos y rimas que hablan del desconsuelo que carga sus noches.
En un momento la frágil luz de la vela dejo leer al viento,
(Que hoy te cuenta la historia de una muerte en tu oído)
algunos versos que la poetisa se encontraba trazando,
en nombre de un amor que hace días nada sabia, el viento sigiloso
se pozo con celo sobre el manuscrito y lo escrito decía:
Ojala y la luz blanca de la luna
que penetra sin permiso por mi ventana,
y se acomoda suave en mi cama (como invitándome)
alcanzase para dar luz a esta soledad
que hoy me cubre con su manto gris,
y el cual aún no me ha vuelto su prisionera,
por el cálido resplandor a veces…
furioso otras…De esta vela.
Pero que será de mí, cuando la luz de la luna
que se encuentra echada en mi cama,
se levante extenuado de esperarme,
y se marche a paso apresurado antes…
De que su eterno amor (el sol) lo descubra.
Y si con el se marche el resplandor de esta vela?
Quizás con ellos se vaya mi pena… Mi angustia,
quizás con ellos… Me marche yo…
Presuroso el viento se marchó del lado de la poetisa,
temía apagar la frágil luz de lo único que la mantenía
a salvo de la soledad que buscaba aprisionarla.
Pero como habrás de seguro escuchado… La pena con el
Que ella te clama…
es más profundo que cualquier puñalada, que en tu existencia
hayas sentido.
A veces el amor se presenta de manera de ensayo constante,
quizás por que así se presentan los amores que serán eternamente,
y Eros y Afrodita dioses del amor, necesitan asegurarse que
se merezca regalo semejante, o no?
Hace días que nada sé de ti
y solo puedo decir… Que si el amor, es un ensayo constante,
tolerare cada prueba que ellos… Los dioses del amor me tracen,
sin doblegarme, sin permitir que mi desconsuelo me venza,
seguiré adelante en mi espera, de un presente en tus besos, y tus caricias.
Hace días que nada sé de ti
pero a pesar de ello hoy escribiendo aprendí a ahogar
en letras mis deseos de ti.
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