Maravilla tu ondear, fresca la espesura
de tu cabello fastuosamente bello
que no ha de ser púrpura, vello!
Asincronando su velocidad y hermosura.
Distingue el océano del mar tu figura
cual lentitud urbana el remolino de la pesca
que en la fragua y el ardor de tu locura
cabello es, imitador del crepúsculo, arisca…
Tu ferviente nitidez cual sobrio aroma
del velamen pudoroso incienso abruma
de la honda rispidez cual sabio toma
la verdad de un horizonte en bruma.
Candoroso y último peñasco
cual rota sella su murmurada paloma
que en el lienzo a un frío chubasco
elogio presta a mis oídos que redoma.
Intrínseco mar bravío tu piel pura
abrevadero de juventud palabra goza
la sólida belleza que, segura
a tu hombro nuevo nace miel sedosa.
Gacela de guirnaldas en el fuego del ocaso
bravío mar en el júbilo que acaso
la palabra y el albor de tu recelo
copia figura es, de caramelo.
Oleaginosa rama verde y verde rama
que en la enramada prontitud asea y muere
de la sutil palabra su odisea quiere
al prisionero del rubor que sutil, ama.
Cual jovial pintura fresca en la mudanza
de un frenesí que responde en la azalea
de éste mar que esconde la mística marea
del semblante doloroso que rebalsa.
Ó ciénaga dime, que murmura el viento
la distante situación, esmero a mi sustento.
Golondrina errada, crepúsculo y virtud
arrea mis desvelos cual joven senectud.
de tu cabello fastuosamente bello
que no ha de ser púrpura, vello!
Asincronando su velocidad y hermosura.
Distingue el océano del mar tu figura
cual lentitud urbana el remolino de la pesca
que en la fragua y el ardor de tu locura
cabello es, imitador del crepúsculo, arisca…
Tu ferviente nitidez cual sobrio aroma
del velamen pudoroso incienso abruma
de la honda rispidez cual sabio toma
la verdad de un horizonte en bruma.
Candoroso y último peñasco
cual rota sella su murmurada paloma
que en el lienzo a un frío chubasco
elogio presta a mis oídos que redoma.
Intrínseco mar bravío tu piel pura
abrevadero de juventud palabra goza
la sólida belleza que, segura
a tu hombro nuevo nace miel sedosa.
Gacela de guirnaldas en el fuego del ocaso
bravío mar en el júbilo que acaso
la palabra y el albor de tu recelo
copia figura es, de caramelo.
Oleaginosa rama verde y verde rama
que en la enramada prontitud asea y muere
de la sutil palabra su odisea quiere
al prisionero del rubor que sutil, ama.
Cual jovial pintura fresca en la mudanza
de un frenesí que responde en la azalea
de éste mar que esconde la mística marea
del semblante doloroso que rebalsa.
Ó ciénaga dime, que murmura el viento
la distante situación, esmero a mi sustento.
Golondrina errada, crepúsculo y virtud
arrea mis desvelos cual joven senectud.
Miér Abr 17, 2024 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Miér Abr 17, 2024 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia
» La huella del amor...
Jue Abr 04, 2024 1:01 pm por caminandobajolalluvia
» Desnuda cadencia...
Jue Abr 04, 2024 12:59 pm por caminandobajolalluvia
» Son claveles...
Jue Abr 04, 2024 12:55 pm por caminandobajolalluvia