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por Azael Alberto Vigil Miér Mayo 18, 2011 4:14 pmLa Ira es un Demonio
La ira es el sentimiento colérico que nos envuelve de pie a cabeza
salpicando la sangre con pólvora sanguínea trastornando la realidad
convirtiéndola en capricho infanticida del momento.
Creando temperamentos caricaturescos de mecha corta que explotan
a la primera insinuación. Una vez se hospeda en nuestro ser, nada existe, excepto violencia contra uno mismo, con otros y el mundo.
La ira nos trasforma en bestias esclavos híper sensitivos del desorden, en un caos de mierda.
Bipolares utópicos de la nada, el vacío y la soledad. Hasta la mascota nos abandona.
Por eso hoy ira, yo te canto las golondrinas, así te alejes de mi.
Estoy fatigado de prostituir mi autocontrol y serenidad a la deidad soberbia de tu calaña.
Estoy harto de la falsa sensación de poder errático que ciega y trastorna mi gentil y
caballeroso proceder. Estoy laxo de ser tu neurótico cómplice voluntario.
Hoy ira, la luz ha descendido sobre mi corona iluminando mi mal-genio y mi ignorancia.
Hoy luz, te veo llegar serena y redentora ahuyentando los demonios de la impaciencia.
¡Oh! Paciencia virtud celestina, temple de espíritu, has de mi tu adepto.
¡Oh paciencia, quiero tu ciencia en mi conciencia, en mis glóbulos e intelecto
La ira es el sentimiento colérico que nos envuelve de pie a cabeza
salpicando la sangre con pólvora sanguínea trastornando la realidad
convirtiéndola en capricho infanticida del momento.
Creando temperamentos caricaturescos de mecha corta que explotan
a la primera insinuación. Una vez se hospeda en nuestro ser, nada existe, excepto violencia contra uno mismo, con otros y el mundo.
La ira nos trasforma en bestias esclavos híper sensitivos del desorden, en un caos de mierda.
Bipolares utópicos de la nada, el vacío y la soledad. Hasta la mascota nos abandona.
Por eso hoy ira, yo te canto las golondrinas, así te alejes de mi.
Estoy fatigado de prostituir mi autocontrol y serenidad a la deidad soberbia de tu calaña.
Estoy harto de la falsa sensación de poder errático que ciega y trastorna mi gentil y
caballeroso proceder. Estoy laxo de ser tu neurótico cómplice voluntario.
Hoy ira, la luz ha descendido sobre mi corona iluminando mi mal-genio y mi ignorancia.
Hoy luz, te veo llegar serena y redentora ahuyentando los demonios de la impaciencia.
¡Oh! Paciencia virtud celestina, temple de espíritu, has de mi tu adepto.
¡Oh paciencia, quiero tu ciencia en mi conciencia, en mis glóbulos e intelecto
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