Corajes

En los calzones el miedo le dejo su huella
y salió a comprar coraje al kiosco de la esquina
Mientras los pibitos se tomaban unas birras
El escogía entre el montón de corajitos
Quien seria más adecuado para su fin

De ese modo tomo con las manos los corajes
Se los probó a todos uno por uno
Los palpó los saboreo los oyó atentamente
Los dejo exponer sus razones para ser elegidos

Entonces algunos corajes decían ser los correctos
Porque habían inspirado a grandes luchadores
En las batallas más sangrientas y las conquistas
Mas grandes que se hubieran contado jamás

Otros por su parte decían ser los correctos
Por haber llevado a sus discípulos
A grandes introspecciones y enormes cambios
De los que se enorgullecían sobremanera

Pero este tipo no estaba conforme con ninguno
la soberbia y el lugar desde donde hablaban
estos corajes le resultaba insoportable

De pronto un coraje pequeñito
Que no debería superar los diez años de edad
Lo miro firmemente a los ojos y le dijo:
Yo Señor, le daré el coraje de ser inocente
Le permitiré soñar con los ojitos abiertos
Le permitiré ser un poquitito mas libre

El tipo saco de la billetera un par de pesos:

“Este, me llevo este”