Se doblega del crepúsculo…
Se doblega del crepúsculo, el ardor, el trazo claro
la sombra enhiesta, el color, la bruma izada,
el sorteo de la hiel, que caduca, vuelta amada,
es bermeja su efusión, de labio, labio avaro…
Sueña el ego su función, arropa la sencilla
coordenada de la sien, bajel de maravilla,
ostentada del pincel, y la sombra, ya midiendo
el desvelo de la piel, y la risa desmedida…
Se doblega el trazo claro, la privanza, el lirio claro,
la sandez que nos provoca, y del arte, su enseñanza:
apogeo de la luna, la erudición avanza,
lo claro, lo social, la sangre que decanta, el bello faro,
que nos alumbra en el silencio, el doblez, el tramo diestro,
la distancia a nuestra unión, en la paz, en son del estro,
privada del murmullo de aquél que en la agonía,
ostentaba la Pasión, y el revés de la insanía…
Se doblega en el crepúsculo la miel, la duna inquieta,
el bermejo de este sol, ó la sombra que concierta
la muralla del adiós, ó quietud del que despierta,
para amar, en solidario, y en respuesta aprieta…
Busca el sol el ala inquieta, el suspiro del deseo,
la fe que lo comanda, y el sonido del acero,
tras el cielo se diluye, por demás, del agorero
soñador de mi esperanza, y esperanza que peleo…
Busca miel donde no libe, aquella bella Trovadora,
juventud que la extenúa, de su vientre, y de su espuma:
ó gallarda senectud, que idolatra, batidora,
el desmedro de su voz, y la cumbre de su bruma…
Son las alas de este vuelo, son lo ciego tras el arte,
en que en ti busco besarte, al aplomo de la pluma,
Sol, que impávido se müeve, al latido que consuma,
de mi boca el mismo ardor, con que yo voy a buscarte…
Vuela en ansia en derredor, vuela el soplo del quebranto,
anillado en la espera, del silencio enamorado;
en la pluma de este ardor, que comanda do mi espanto,
vuelve ciega su efusión, ó sollozo el verbo aguado…
Soledad que no prohíba, de lo incierto, hasta lo cierto,
ó brumoso me desquita, hasta cierta idolatría,
en la voz de una herrería, ó en la sombra que concierto
en tu boca la mirada, ó el perfil, de diurna herida…
Boca espera, con orgullo, latir, sin imprudencia,
el desmedro de tu sombra, ó del arte, tu cadencia….
Se doblega del crepúsculo, el ardor, el trazo claro
la sombra enhiesta, el color, la bruma izada,
el sorteo de la hiel, que caduca, vuelta amada,
es bermeja su efusión, de labio, labio avaro…
Sueña el ego su función, arropa la sencilla
coordenada de la sien, bajel de maravilla,
ostentada del pincel, y la sombra, ya midiendo
el desvelo de la piel, y la risa desmedida…
Se doblega el trazo claro, la privanza, el lirio claro,
la sandez que nos provoca, y del arte, su enseñanza:
apogeo de la luna, la erudición avanza,
lo claro, lo social, la sangre que decanta, el bello faro,
que nos alumbra en el silencio, el doblez, el tramo diestro,
la distancia a nuestra unión, en la paz, en son del estro,
privada del murmullo de aquél que en la agonía,
ostentaba la Pasión, y el revés de la insanía…
Se doblega en el crepúsculo la miel, la duna inquieta,
el bermejo de este sol, ó la sombra que concierta
la muralla del adiós, ó quietud del que despierta,
para amar, en solidario, y en respuesta aprieta…
Busca el sol el ala inquieta, el suspiro del deseo,
la fe que lo comanda, y el sonido del acero,
tras el cielo se diluye, por demás, del agorero
soñador de mi esperanza, y esperanza que peleo…
Busca miel donde no libe, aquella bella Trovadora,
juventud que la extenúa, de su vientre, y de su espuma:
ó gallarda senectud, que idolatra, batidora,
el desmedro de su voz, y la cumbre de su bruma…
Son las alas de este vuelo, son lo ciego tras el arte,
en que en ti busco besarte, al aplomo de la pluma,
Sol, que impávido se müeve, al latido que consuma,
de mi boca el mismo ardor, con que yo voy a buscarte…
Vuela en ansia en derredor, vuela el soplo del quebranto,
anillado en la espera, del silencio enamorado;
en la pluma de este ardor, que comanda do mi espanto,
vuelve ciega su efusión, ó sollozo el verbo aguado…
Soledad que no prohíba, de lo incierto, hasta lo cierto,
ó brumoso me desquita, hasta cierta idolatría,
en la voz de una herrería, ó en la sombra que concierto
en tu boca la mirada, ó el perfil, de diurna herida…
Boca espera, con orgullo, latir, sin imprudencia,
el desmedro de tu sombra, ó del arte, tu cadencia….
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