Tus ojos son dos Cielos (2)
Tus ojos, son dos Cielos, cual húmedo
canto de amor, sobre el recuerdo,
y en tus brazos de cisne, yo me pierdo
si no me habla tu amor, al que yo cedo…
Darme más encanto que tu voz, no creo
que tu sombra hilarante en mi resguardo,
sombra austera, principiante, como un nardo
ó hacia el helecho de tus aguas, yo pelëo…
Mi voz prepara de aquél camino, un hecho
fortaleciendo la paloma blanca y casta,
de tu silencio, en hora, fiesta, me desbasta
mi sola ruina, en tu sendero, tramo, pecho…
Mi voz proficua, puede el arte, satisfecho
la golondrina de mi amor, labrar tu pecho
con el perfume de amor hiende contra el celo
de mi amor leve, cadencia, ofusco, hasta tu pelo…
Heraldo de mi sien no contextura amor aleve
pues de mi ruina, mi venablo no se atreve,
más que a vestir el iracundo mar no breve
de tu cintura de miel, cuanto me atreve…
La voz herida de mi sol va hasta tu ahínco
la desmesura de tu arte me compara
como a un sol-hito de estrella, que desëara,
mi voz perpleja, canta al vino de tu brinco…
Mi voz extinta, hace verano de tu mella,
cual leva adusto, mi sol quiere, ser tu estrella:
ó Sol mediante, de mi voz, caduca y sella
entre tus labios, mi crepúsculo: Doncella…
Mi amor inquiere, de tus fauces, vanidades
que de tu ósculo, percibe y no prepara
a la Doncella de mi amor y de mi cara,
para besarte, amor adentro, en levedades…
Recita un ángel, el Misterio de tus alas,
por golondrinas, que se vuelven, luego en vano
a doblegar, la insistencia de tu mano,
a venerar mi Doncella, con mis galas…
Mi risa puede navegar en un instante,
ó desafiando ya la voz, de mi proeza
para besarte, una vez, donde hay belleza
pues en tu boca, ó tu lágrima, importante…
Me busca el ala de tus alas, en mi seno,
vanagloriando la sonrisa del centeno
en un ameno canto a tu belleza,
donde se va, herida, mi nobleza…
Hasta tu seno, me deslumbran, las privanzas
que no oportuno, mi cauce, en el delirio
a tu belleza mi doblez, no mi martirio
busca en aliento, tu veneno, de mis lanzas…
Ó casi al yelmo, de mi alma, son tunante,
ignora el beso, de tu alma, resonante...
Tus ojos, son dos Cielos, cual húmedo
canto de amor, sobre el recuerdo,
y en tus brazos de cisne, yo me pierdo
si no me habla tu amor, al que yo cedo…
Darme más encanto que tu voz, no creo
que tu sombra hilarante en mi resguardo,
sombra austera, principiante, como un nardo
ó hacia el helecho de tus aguas, yo pelëo…
Mi voz prepara de aquél camino, un hecho
fortaleciendo la paloma blanca y casta,
de tu silencio, en hora, fiesta, me desbasta
mi sola ruina, en tu sendero, tramo, pecho…
Mi voz proficua, puede el arte, satisfecho
la golondrina de mi amor, labrar tu pecho
con el perfume de amor hiende contra el celo
de mi amor leve, cadencia, ofusco, hasta tu pelo…
Heraldo de mi sien no contextura amor aleve
pues de mi ruina, mi venablo no se atreve,
más que a vestir el iracundo mar no breve
de tu cintura de miel, cuanto me atreve…
La voz herida de mi sol va hasta tu ahínco
la desmesura de tu arte me compara
como a un sol-hito de estrella, que desëara,
mi voz perpleja, canta al vino de tu brinco…
Mi voz extinta, hace verano de tu mella,
cual leva adusto, mi sol quiere, ser tu estrella:
ó Sol mediante, de mi voz, caduca y sella
entre tus labios, mi crepúsculo: Doncella…
Mi amor inquiere, de tus fauces, vanidades
que de tu ósculo, percibe y no prepara
a la Doncella de mi amor y de mi cara,
para besarte, amor adentro, en levedades…
Recita un ángel, el Misterio de tus alas,
por golondrinas, que se vuelven, luego en vano
a doblegar, la insistencia de tu mano,
a venerar mi Doncella, con mis galas…
Mi risa puede navegar en un instante,
ó desafiando ya la voz, de mi proeza
para besarte, una vez, donde hay belleza
pues en tu boca, ó tu lágrima, importante…
Me busca el ala de tus alas, en mi seno,
vanagloriando la sonrisa del centeno
en un ameno canto a tu belleza,
donde se va, herida, mi nobleza…
Hasta tu seno, me deslumbran, las privanzas
que no oportuno, mi cauce, en el delirio
a tu belleza mi doblez, no mi martirio
busca en aliento, tu veneno, de mis lanzas…
Ó casi al yelmo, de mi alma, son tunante,
ignora el beso, de tu alma, resonante...
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