Te busco…

Mi mirada besa un canto, un canto en noche oscura,
regresando de mi adentro,
de mi vientre de laguna

y en la sombra tañe un beso, una edad que se clausura
como silencio libertado en voz, en voz oscura…

Mis ojos son tu beso, y anochece, cual diamante
no regreso sin tu beso, ni aliciente, ni pedante,
sin mi voz tañe aún tu beso, en mi fría corola…
Más que el mar entre tus senos, más que el mar en una ola...!

Tu mirada es el regreso, del otoño con tu beso,
tu silencio vuelve pura, la deidad, todo mi asombro
tu primera miel endulza en la taza de mi rezo
mi plegaria es otro canto, donde en risa se convierte!

Tú, tú, tú, tú eres el lirio malvado que hace estrechez mi soltura,
regañando mi mesura con el alba, trajinado!
Y en tu voz tañe la espera, de tu Sol, tu sol helado
rocinante de mi cena, busco el mar de tu montura…

Beso el frío de tus labios, sin saber por dónde,
ni me escondo ni me olvido, calla mi flor, mi duende…!