Canto al futuro
Debo probar que la serpiente no nos muerde
dos veces ni que está el edén cerrado,
que es pobre el del rencor, que el alma siempre
es algo más que excusa al ser ahora,
que es todo lo que damos por ser libres
y por saber que aquí felices somos y seremos.
Debo explicar que naces simplemente porque naces,
pero que el resto del camino es cosa tuya,
que has de llenarlo de castillos o de abejas,
de tierras por labrar, de mares que ya cruzas,
que nada detendrá el paso del hombre
que diga yo este soy, la tierra es mi destino,
la mano de mi amigo el mejor rumbo
y en paz sobrevivir la gran herencia para mi hijo.
Debo decir que nada de esto es hoy seguro,
que atentan los ministros contra el alma,
contra la dignidad, contra el ensueño de los pueblos,
que enredan en supuestos las auroras
y en noches sin dormir la novedad de un vientre curvo,
de un fruto del amor, de la pasión, de la energía
que por milenios nos destaca en la agonía de la lucha.
Debo soñar con lo que falta y con tu abrigo,
es más si vienes soñaremos que ya existe
y entonces la mitad de la alegría será nuestra.
La otra mitad será semilla si despiertas,
entonces debo hallar contigo el riego de los campos
y entonces envejecer mirando un mundo nuevo
que ya al soñarlo existe y se prepara junto a todos.
Debo besar tu soledad con mi caricia,
pues nada detendrá del hombre digno el epitafio:
la tierra que heredó supo guardarla para el tiempo
y el niño que engendró lleva ese tiempo entre sus labios.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
17 06 14
Debo probar que la serpiente no nos muerde
dos veces ni que está el edén cerrado,
que es pobre el del rencor, que el alma siempre
es algo más que excusa al ser ahora,
que es todo lo que damos por ser libres
y por saber que aquí felices somos y seremos.
Debo explicar que naces simplemente porque naces,
pero que el resto del camino es cosa tuya,
que has de llenarlo de castillos o de abejas,
de tierras por labrar, de mares que ya cruzas,
que nada detendrá el paso del hombre
que diga yo este soy, la tierra es mi destino,
la mano de mi amigo el mejor rumbo
y en paz sobrevivir la gran herencia para mi hijo.
Debo decir que nada de esto es hoy seguro,
que atentan los ministros contra el alma,
contra la dignidad, contra el ensueño de los pueblos,
que enredan en supuestos las auroras
y en noches sin dormir la novedad de un vientre curvo,
de un fruto del amor, de la pasión, de la energía
que por milenios nos destaca en la agonía de la lucha.
Debo soñar con lo que falta y con tu abrigo,
es más si vienes soñaremos que ya existe
y entonces la mitad de la alegría será nuestra.
La otra mitad será semilla si despiertas,
entonces debo hallar contigo el riego de los campos
y entonces envejecer mirando un mundo nuevo
que ya al soñarlo existe y se prepara junto a todos.
Debo besar tu soledad con mi caricia,
pues nada detendrá del hombre digno el epitafio:
la tierra que heredó supo guardarla para el tiempo
y el niño que engendró lleva ese tiempo entre sus labios.
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17 06 14
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