DEBAJO DE MI REBOZO

¿Y aún sojuzgarás las manos
de esta madre sin facies?
Hombre oscuro de hablar altilocuente,
que ignoras que es sordo tu dios pequeñito,
y sometes mis tesoros
a silencios permitidos.

Abrevo tu lujuria
para abreviar tu impaciencia
ante la violencia de tu locura.

Gritan mis manos acrisoladas para tu sombra…
y tu voz ni me nombra.

Me cubren las tuyas crispadas
para agostar esperanzas
ante cada estertor que tu preñas.

¿Y aún tendré anhelos de justicia,
de ganas de libertad y de gozo?
Mujer casi, y contengo el sollozo
para que no escuches caer las perlas
de tu vergüenza, reprimidas
debajo de mi rebozo.

OHHHH TE PASATE LILI, ¡COMO HAS VUELTO AMIGA! CON TODA ESA FUERZA QUE ME GUSTA DE TI...

Gracias querida Andu: En realidad esta apareció dos veces, porque primero la edité, y después la mandé para participar con ella en el concurso. Gracias por tu aliento siempre. Surgió después de leer una nota sobre el rebozo de las mujeres en Oriente (tal vez desde una óptica (femenina) occidental, que posiblemente no coincida con la (femenina) oriental). ¡Besos!

te felicito por este poema en pro de la mujer, que aún no se reivindica!

Gracias Caro:

A veces las veo,
observando sin ojos,
como montañas de paño,
entre volcanes sin fuego;
como cenizas de lodo,
con una aureola de entierro;
en la oquedad de sus cuevas,
amortajando sus sueños,
tras la mordaza del miedo,
desde asumidos tormentos.
A veces las veo
detrás de sus rejas
mirándolas en el espejo
de mis vergonzantes quejas.

HERMOSA:
DEBAJO DE TU REBOZO,LLEVAS MUJER LA ALEGRIA,
LLEVAS LAS HORAS PASADAS,VIVIDAS EN LA AMARGURA,
TAMBIEN LLEVAS EL ALIENTO,QUE PRODIGAS CADA DIA
Y AQUEL BENDECIDO ALIENTO,QUE PRODIGA TU HERMOSURA.

UN ABRAZO HERMOSA LILIANA

Norandino, qué alegría encontrarte. Cuánto tiempo sin leerte, poeta. Gracias por tu respuesta, siempre amable. ¡Un abrazo!

[b]¡Wooow! Que poemazo, amiga Liliana... Ha sido una suerte pasar por aquí. Esto se avisa mujer...
¿Cuantas cosas más guardas en tu rebozo? Y dices tú de mí... ¡Tú si que vas en vuelo directo hacia el Parnaso! Y yo me alegro, mujer; de veras que me alegro. Cuando llegues allí, recuérdale a las Musas de que yo también existo; por favor. Bueno, ahora ya en serio; te mando un fuerte abrazo. Recaredo.

Bueno, bueno, Recaredo, mejor que finalmente hablaste en serio, porque no voy para el Parnaso, sino al Reino de los Cielos, pero no por la poesía precisamente. Eres tan amable mi amigo querido, que debo ponerle freno al ego que quiere levantar el jopito cuando dices cosas así. Sooo, le digo. Y se queda quietecito. En cuanto a las musas, me contaron las malas lenguas que te casaste con una y la tienes cada día y cada noche al lado tuyo. Je je. Besos, poeta, y muchas gracias.

[b]Querida amiga Liliana: ¿Qué es lo que acabo de leer? ¿Qué son esas palabras enigmáticas que proferiste mencionando un cielo ajeno al de la poesía? Dime que nos es verdad; que todo lo que mi calenturienta imaginación está pensando en estos momentos es fruto de su tendencia a imaginar siempre lo más malo.
¡Ay! Amiga me tienes en ascuas; contéstame rápido por favor. Te mando mis abrazos. Recaredo.

Ja ja ja!!! Hola Recaredo. No se qué imaginaste de malo en el Reino de Dios. ¡Las ganas de tomar un vuelo a Grecia!... pero... el bolsillo no me lo permite. Así que seguiremos haciendo poesía, aquí, en Argentina "nomás", para lectores tan amables como tu. Gracias, mi amigo querido. ¡Un fuerte abrazo!

[b]¡Wooow! Amiga; que peso me has quitado de encima. Yo es que soy muy malpensado; con poco que se me de pie hago un drama. Bueno, pues me alegro que estés bien. ¡Ah! Y de paso te felicito. He leído por ahí que eres ahora miembro de la directiva de Café Poético. Te deseo lo mejor en ese cargo. Y no pienses que te estoy haciendo la pelota con mi zalamería, para obtener privilegios Ja ja. Abrazos de Recaredo.

Gracias Recaredo, hay linda gente en el Café.
Y se me acaba de ocurrir algo: qué te parece hacer un poema con ese susto que recibiste. Véndeme la vida con un poema. ¿Quieres? Yo intentaré hacer lo mismo. Y vemos qué sale. ¿Sí? Si no quieres, está todo bien así. ¡Un abrazo!