El delirio

El delirio

Las nalgas que desean al soldado,
los ojos que se pierden tras un cuerpo,
las pieles, brazos, bocas que al encuentro
besan y aman a solas y al cuadrado.

Los veo, ya palpitan a mi lado,
ya vuelan, ya se pierden en el centro,
no sé si llegarán, no sé si adentro
hay algo más que carne y que pecado.

Yo mismo lo probé, yo fui probado
por formas sin final, por fuera y dentro,
soy uno más que ardió, reconcentrado.

Mas la piel que perdí en el desencuentro
dudar me hace de todo lo explorado
y mirar sin pasar por donde hoy no entro.

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27 04 13