LOS HIJOS DE LA TIERRA.

El hombre comenzó a controlar la tierra
cuando se hizo sedentario
cuando ejerció poder sobre ella,
invadiendo y esclavizando su propia naturaleza
olvidando que ella tiene vida propia,
surge y desaparece pero también se revela
cuando la amenaza la doblega,
donde termina el relámpago, comienza ella.

Y los humanos que creímos evolucionar,
nos olvidamos que entre el polvo de la eternidad
y el polvo de la tierra,
hay una cadena que nos conecta a ella,
sus frutos son nobles cuando hay moderación
pero enmohece como el hierro en la contaminación.

Somos hijos de la tierra
ella es nuestro auténtico hogar,
su flor y su aroma son la misma cosa,
el ciego que niega su color
jamás poseerá su aroma.

Quizá el hombre por si mismo
tenga miedo de ser libre
dominado por el cáncer del poder,
desmembrando la tierra a su placer,
pero es el momento de corregir y acceder
a la conciencia de cada ser,
la chispa muere en incendio,
pero nuestra labor es creer
que la tierra es capaz de renacer.

Hermoso poema con mucha sabiduría.

Gracias por participar, Leyre

Querida Delia, me acabo de dar cuenta que el poema no debía exceder más de 30 versos, y me he pasado un montón, ¿quieres que lo modifique?, o lo dejas fuera del concurso, tampoco importa.
Siento mi despiste, el caso es que lo leí, pero me emocioné escribiendo y ahora mismo me he dado cuenta de ese detalle. De nuevo, lo siento.
Un abrazo Delia.

Sí, puedes hacerlo, Leyre.

Sería una pena que no concursara,

pues es muy bello. Estás a tiempo.

Gracias Delia, le he dado un enfoque más poético, espero que también te guste.
Un abrazo y muchas gracias, lamento el error.

Ok, Leyre.
Lo leeré.

pero nuestra labor es creer
que la tierra es capaz de renacer.

Muy bonito Leyre.
Un abrazo

Gracias Marisa, hay que mantener la fe.
Un abrazo, por cierto, ¿de qué parte de España eres?.

Claro Marisa, cómo no, el gran acueducto de Segovia, aunque no lo conozco personalmente.
Yo soy de la tierra de los naranjos, de las fallas, de las flores y la huerta, del paraje natural de La Albufera y sus campos de arroz, de la sana dieta mediterránea, de las playas de Sorolla y "Cañas y barro" de Blasco Ibañez. Saludos desde Valencia.
Un placer Marisa y un abrazo.

jaja Leyre como hacemos publicidad de nuestras bonitas ciudades.
Un beso

la tierra está renaciendo!!! gracias por crear conciencia!

Gracias Lorena, no es fácil, pero hay que perseverar.