Dulzura del jardín de fresias

Dulzura del jardín de fresias

Fla, esto es para vos


Prisión esbelta dulce que anonada
pasión de corte helada, mi amor ciñe,
chubasco de frescura, sueño, entraña,
dorada gentil noche que me abraza…
La brisa en pluma abraza mis anhelos:
gota helada en el pecho del invierno,
marmóreo sueño acaba y luego empieza,
rotundo y escaldado a contra suerte…

De tu joven cabello, gentil vuelo,
espada, luego sube a las arenas…
-Mi amada no murmura toda noche-
que su ribete enlabia y ya suspira…
Tu pecho vuelve Cielo, vuelve globos:
no comandante el sueño de mi sombra;
Soleada que en ti emerge la colina:
y fresca se arremete en tu murmullo…

Virtud de brisa alzada, golondrina,
paciente esbozo, sueño de la tarde:
hechura distinguida de tu Lira-
joven reparo aun de tu cobarde…
Ya Rosa, ya el esmero que no abisma,
doncel, capullo alado, no bermejo-
Intonsa cruel helada de tu brisa,
ya moja ya las fresias que amilana…

Escoplo de tu miera doblegada,
Altura, ya no alfange ruiseñora
mi lira a contrapie contra dulzura,
volumen tu fortuna bienamada…
Ya clara distinción, Oceano rige
premura alada en sombra que arremete:
tu calco, tu figura lastimada
por el vano sudor que te promete-

Tu risa, tu perfume, tu ballesta-
en contra los pendones de tu ala:
sobre la piel helada de tu pómulo,
irisa ya la tarde enajenada,
que de tu robo -ausencia- no declara-
y es prisa de la sombra de mi amada:
Ooh, por fortuna estrecha jubilosa,
ególatra en el calco de tu Sueño…-

Prisión esbelta dulce que anonada
pasión de corte helada, mi amor ciñe,
chubasco de frescura, sueño, entraña,
dorada gentil noche que me abraza…
La brisa en pluma abraza mis anhelos:
gota helada en el pecho del invierno,
marmóreo sueño acaba y luego empieza,
rotundo y escaldado a contra suerte…

De tu joven cabello, gentil vuelo,
espada, luego sube a las arenas…
-Mi amada no murmura toda noche-
que su ribete enlabia y ya suspira…
Tu pecho vuelve Cielo, vuelve globos:
no comandante el sueño de mi sombra;
Soleada que en ti emerge la colina:
y fresca se arremete en tu murmullo…

Y cuánto es la fragancia de las fresias,
recuerdo del amor, tu adolescencia…


Alejandro Rodrigo Flagel