Amanecer cautivo, más alado…
Amanecer cautivo, más alado,
efluvio de mi sien y contrapuesto,
terruño de la sal, ahora dispuesto
de fiebre, nacerá mi oído amado…
Amanecer contigo en la siniestra,
penumbra de jayán, esbelta trova
sumido en el desmán de una Oda vuestra,
silente en el periplo de una loba…
Durmiente can que vuela sino trae,
esotro cautiverio, poma asada
que miente en el silencio que contrae
la pluma, la sinergia vulnerada…
Fue fuego que extinguiéndose moraba,
la pluma, aquel sendero, con arbitrio,
errantes pasos, azor que cuidaba
única flor, delirio de Sol patrio…
Prisión, que de las nubes hizo frente,
a la respuesta alada de sus venas:
tropel de alazanes en vuelta apenas,
dos silencios, del mar, espuma, arenas…
Tenor del atrio albo, por si fragua
ó si encallara flor, de flores ledas,
tomar el ala amor, que mientras puedas,
Sol confunde dolor, con muerte en aguas…
Trizado amanecer, durmiente copla
hechizo de la sal, que Luz dispara,
distante del amor, huellas desearan
en luz de anochecer, la ruina dobla…
Estrellas fueron oro, si recuerdas,
-que yo nunca atesoro- aunque me pierda-
vacías noches, serán sólo prueba,
que aun hay niños más, que el arte deba.
Podrán cegar mis coplas, malamente,
aunque la noche cuide sus estrellas…
Todo el rubor del Alba, solamente
se avergüenza si amor, no cabe en ellas...
Podrán aprisionar la pluma noble,
pero hay otras, que iguales, se levantan
Si no cabe el dolor, indescriptible
verán la falta de amor, con que matan.
Es inhumana sombra, la vileza,
pero mayor pobreza, es sin amor.
Amanecer cautivo, más alado,
efluvio de mi sien y contrapuesto,
terruño de la sal, ahora dispuesto
de fiebre, nacerá mi oído amado…
Amanecer contigo en la siniestra,
penumbra de jayán, esbelta trova
sumido en el desmán de una Oda vuestra,
silente en el periplo de una loba…
Durmiente can que vuela sino trae,
esotro cautiverio, poma asada
que miente en el silencio que contrae
la pluma, la sinergia vulnerada…
Fue fuego que extinguiéndose moraba,
la pluma, aquel sendero, con arbitrio,
errantes pasos, azor que cuidaba
única flor, delirio de Sol patrio…
Prisión, que de las nubes hizo frente,
a la respuesta alada de sus venas:
tropel de alazanes en vuelta apenas,
dos silencios, del mar, espuma, arenas…
Tenor del atrio albo, por si fragua
ó si encallara flor, de flores ledas,
tomar el ala amor, que mientras puedas,
Sol confunde dolor, con muerte en aguas…
Trizado amanecer, durmiente copla
hechizo de la sal, que Luz dispara,
distante del amor, huellas desearan
en luz de anochecer, la ruina dobla…
Estrellas fueron oro, si recuerdas,
-que yo nunca atesoro- aunque me pierda-
vacías noches, serán sólo prueba,
que aun hay niños más, que el arte deba.
Podrán cegar mis coplas, malamente,
aunque la noche cuide sus estrellas…
Todo el rubor del Alba, solamente
se avergüenza si amor, no cabe en ellas...
Podrán aprisionar la pluma noble,
pero hay otras, que iguales, se levantan
Si no cabe el dolor, indescriptible
verán la falta de amor, con que matan.
Es inhumana sombra, la vileza,
pero mayor pobreza, es sin amor.
Ayer a las 7:07 am por jorge enrique mantilla
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