Del proceder ambiguo…
Del proceder ambiguo, un silencioso oro
sepulta en el ocaso, el manantial secreto,
cual júbilo distante, permanecer abierto
cual goza en el diamante, senectud, tesoro
y al parecer, la lira, de comediante aprieto,
sin igualar, soneto, arúspice mejoro
para endiablar el oro, y embalsamar su reto,
cual rosa de mi aliento, ó turpitud del coro…
Por acceder el náufrago, en simultánea vida,
dosel de su marea, con distinguida azada
desde soñar mi herida, a rosicler del moro,
en turpitud del Oro, recuesta su partida…
Hasta sentir heraldo, cual cobijar desdoro,
por el glaciar del oro, y desnudez asida
el ultramar decida, de sofocar resguardo,
por plenitud del fardo, atesorando aguardo…
De su carbunclo en andas, por distinguir anclaje
vocifera mi destaje, en abismal ahínco,
por turpitud del claro, en estimado cinco
de rosamar heraldo, que vuelve de su paje…
Con silencioso oro, en el doblez labriego,
escondida de aguacero, por rozagante medio
en el solsticio helado, de bifurcado asedio,
por lentitud del claro, se envuelve de mi riego…
En estimado cauce, por desafiado Oro,
de distinguir a medias, coloquios no nefando
del coloquial amparo, y su celeste Toro,
en rubicundo arpegio, deforma sollozando…
Por el pretil que infama, de su desnudo cauce,
por lentitud del claro, de róseo prado,
en igualar enfado, solicitando avance,
de su desnuda chance, arista fue mojado…
Por el tropel elude, solicitando helenos,
tan rúbricos centenos, idolatrando el claro:
desnuda de tu faro, por coloquial, tus frenos,
del Oro de centenos, que tu desnudo, avaro:
helicoidal sulfuro, a sístole no oprobia,
del cinturón del Mundo, del estibaje trunco;
desnuda de su junco: el residual de fobia,
por displicente Trova, mundana de su tranco…
Desde la Sierra armada, en ministerio asedia,
tal el vulgar oprobio, del arte confabula,
a su mediar intonsa, del arte que deambula
por destinar naufragio, a soliloquio y media…
Desde su claro amante, a turpitud del fuego,
por la sombra de venablos, idolatría alcance
desde el furor del alce, a venerar tu rüego,
desde el copioso fuego, indistinta, por romance…
Por desacierto Trova, el militar engaño,
a turpitud del frente, por rosicler, huraño…
Del proceder ambiguo, un silencioso oro
sepulta en el ocaso, el manantial secreto,
cual júbilo distante, permanecer abierto
cual goza en el diamante, senectud, tesoro
y al parecer, la lira, de comediante aprieto,
sin igualar, soneto, arúspice mejoro
para endiablar el oro, y embalsamar su reto,
cual rosa de mi aliento, ó turpitud del coro…
Por acceder el náufrago, en simultánea vida,
dosel de su marea, con distinguida azada
desde soñar mi herida, a rosicler del moro,
en turpitud del Oro, recuesta su partida…
Hasta sentir heraldo, cual cobijar desdoro,
por el glaciar del oro, y desnudez asida
el ultramar decida, de sofocar resguardo,
por plenitud del fardo, atesorando aguardo…
De su carbunclo en andas, por distinguir anclaje
vocifera mi destaje, en abismal ahínco,
por turpitud del claro, en estimado cinco
de rosamar heraldo, que vuelve de su paje…
Con silencioso oro, en el doblez labriego,
escondida de aguacero, por rozagante medio
en el solsticio helado, de bifurcado asedio,
por lentitud del claro, se envuelve de mi riego…
En estimado cauce, por desafiado Oro,
de distinguir a medias, coloquios no nefando
del coloquial amparo, y su celeste Toro,
en rubicundo arpegio, deforma sollozando…
Por el pretil que infama, de su desnudo cauce,
por lentitud del claro, de róseo prado,
en igualar enfado, solicitando avance,
de su desnuda chance, arista fue mojado…
Por el tropel elude, solicitando helenos,
tan rúbricos centenos, idolatrando el claro:
desnuda de tu faro, por coloquial, tus frenos,
del Oro de centenos, que tu desnudo, avaro:
helicoidal sulfuro, a sístole no oprobia,
del cinturón del Mundo, del estibaje trunco;
desnuda de su junco: el residual de fobia,
por displicente Trova, mundana de su tranco…
Desde la Sierra armada, en ministerio asedia,
tal el vulgar oprobio, del arte confabula,
a su mediar intonsa, del arte que deambula
por destinar naufragio, a soliloquio y media…
Desde su claro amante, a turpitud del fuego,
por la sombra de venablos, idolatría alcance
desde el furor del alce, a venerar tu rüego,
desde el copioso fuego, indistinta, por romance…
Por desacierto Trova, el militar engaño,
a turpitud del frente, por rosicler, huraño…
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