Todo cambió de repente.

Y todo cambió de repente,
de golpe bajamos la velocidad,
y empezamos a reconocer nuestra fragilidad,
nuestra inercia, nuestra indiferencia, nuestra incoherencia…

De un día para otro, se cerraron los portones y
las ventanas; se apagaron las luces, y llovieron los rumores,
empezaron a darse cifras de muertos sin despedidas,
y a repetirse y a repetirse que nos ajustemos a las medidas…

De bruces, caímos a la realidad,
a una realidad que nos hizo la vida replantear,
buscar el significado de lo verdaderamente importante,
y darnos cuenta de lo astronómicamente lejos que estábamos de vivir la realidad.

Y entendimos las grandes necedades de la existencia,
las gigantescas burradas del egoísmo y la falta de transparencia,
comprendimos lo poco que habíamos valorado los pequeños detalles de la vida,
que nada es nuestro en realidad… y que de pronto, podemos navegar a la deriva…

Y es que todo cambió de repente,
un virus con corona tentó vencer la resistencia humana,
y cuando todo parecía perdido, venció la vida, venció la garra,
y volvimos a encontrarnos, a acercarnos sin miedo, con ansias, sin amarras…

Escrito No. 572. Oscar Alberto.

Excelente tu poema Qué belleza y sobre todo qué certeza qué grandes verdades las que tú dices las que tu Poema enuncia y canta a viva Voz!
Qué Gran grandeza, hay en la sencillez, no?

Un tesoro que tal vez ahora todos podamos contemplar más de cerca, valorando lo realmente importante: Lo esencial, lo único que necesitamos.

Un abrazo grande Poeta!!!! Dios te bendiga y cuídate mucho amigo, sí?

Gracias por semejante Labor preciosa e inmarcesible de tu pluma!

Un abrazo fraterno con todo mi cariño!!! Gracias por tanto, Poeta, un abrazo enorme!!!

Se necesitan poesías así, son realmente necesarias!

Un abrazo grande,

Ale



Y tienes razón, Todo cambió de repente...