Rojo silencio de noche cegadora…

Rojo silencio de noche cegadora…

Rojo silencio de noche cegadora,
ausente la mirada por donde Ruy Señora
albogue de las castas, y luego campeadora,
barre si se ofende, la luna ruiseñora…
Mirada hay, si escoge, luego, del sendero,
arropa la mirada, el río ruiseñero,
en alto los chapeles, que juegan viento en contra,
de sórdidas miradas, del alba que se adentra…

Escoplo hay, si río, en sórdida respuesta,
milagro se voltea, de esotro ardor, zopenco,
va deste, del milagro, desotro mar inmenso,
la bruma si la noche, en otra buena cesta…
Desorden si canario, en otro mar, ó río,
panoja he de letrarla, por mucho más que el frío,
en otro mar inmenso, ó vanagloria ansío
de mudo can perplejo, ó vano mi amorío…

De roble no se ampara, el vasto pudor, ángel,
morada si no trema, ardor vuelto pincel
rupestre, si del amo, en torno a mi laurel,
tan bella fortifica, el rostro quiere dél...
Mirada hay, si escoge, en otro pueril ramo,
asomo cuya resta, en otro vigor, düele
el rostro, si cancele, en otro pudor, alba,
serrano va si escopla, en otro ardor, infama…

Va deste buril necio, ó claro, ó multiplica,
el oro se atraviesa, ó en otro pueril ramo
va deste bataclano, ó cano ardor no süeña,
ribete si desmedro, en otro ardor, quimera…
Pueril, si va de noche, en otro canto célibe,
mortaja si de rüido, en otro ardor, protesta
en juncia ó rosa ó flor, nevada si floresta
ó verde la mirada, ó en otro albor, recibe…

Por donde sea el claro, valoeste la mirada,
en otra juncia amada, ó en el ardor, mi peste.