Helada rosa

Helada rosa

(Para Érica)

Frío en tu desnudez, atavío se hunde en sueño,
sábana de piel de noche, de estrelladas leguas
cautivado en irisadas coplas, y propias lenguas
en oro mi semblante, entona y me despeño…
Hacia los mármoles helados de gentiles rosas,
obnubilado, escondo mi placer, en alborozas
y cuitadas fauces, de pechos aun labrados,
por gentiles artes, de luz, aun lacerados…

Fría desnudez, en cálido Verano: tu nombre es el barbecho
y oro, que tremado, en dúctil paz, moreno, el plectro de tu pelo
es oro de azabache, de luna en sordo pecho…
Mi boca se aproxima, a querer con labio el celo
de tu mirada dueña, de tu redil el pasmo,
contorno aún extasiado, tan núbil el orgasmo,
plegaria de tu numen, ardor de nuevo en velo…
Otorga a tu sonrisa, el vuelo de tu pelo…

Diciembre se repite, con légamos pausados:
el río te descubre, con vuelos entonados,
a tu febril desvelo, y cauce enamorados,
vacío en circunstancia, de nieve en sombra, prados…
De leve brisa escoge, la luna otro clavel,
insidia de deslumbre, en alto chapitel,
de bosque el atavío, de nieve en tu laurel
tu boca enriza el sueño, con arte de lebrel…

Diciembre se repite, en tu vuelo audaz
tan jóvenes nos toca, y dista un poco más,
de sombras y de ardides, en rostros más humanos
ó ciertas son tus sombras, con labios en tus manos…
Rostro, en plena luna, amarillo el clave,
de tu distancia vuelta, color de toda ave
en tu mirada hay rostro, de árboles y risas,
plátanos y tipas, y algún ciprés erizas…

Pinares buscan cielo, y sombra y aun perfume,
que gladios en tus nieves, oscilan en el viento:
miradas hay si celo, en aguas y elemento
de tu voz en la tea, de magnos instrumentos…
Alerces, araucarias, de risas cedro ameno,
te sïenten en tus claustros, con nubes en el seno:
mi boca enristra brumas, y artes que devuelve,
acerca de mi sombra, la más querida: vuelve!

Eres sombra y Sol austero, de otoño y mar inmenso,
de boca trasnochada, de beso aún intenso
de labios embaucada, con lengua tu oro negro,
en tu cabello el Arte, y sombra y labio íntegro…
De labios en tus artes, en mi boca trasluce,
coloquio de verdades, que alía mar inmenso,
en artes del recelo, y cual copioso verso,
enamorada risa, de vate mi oro enluce…

Traduce de mi lengua, y cual gentil yo lloro
en arte que enamoro, y tu pretil que sueña,
de goces, gozo adueña, y tu perfil evoca
el sueño de tus besos, y el arte de tu boca…
A rítmico albedrío, y libertad fragante,
es bueno no alejarse, de la rosa en deidad
que justo entre tu risa, y en labios, la mitad
busca en ti la sombra, y el beso cautivante…

Helada rosa, enseñas, el frío del letargo,
con coros en tus labios, de beso y arte amargo…