Érica
Érica, Oooh Érica! Pasión que tu mirada emerge
Costas, en que soy blandido ya en el éxtasis
Armonioso de tu cintura helada. Pegaso sumerge
Tus alas en el blando cielo, Doncella que al Oasis
Disfruta en mil frutas de amor sediento,
Cual arde en tu voz ya la flor, de tu alimento,
Y ocupa en mi bandada el Sueño de los Vientos…
Donde tu amor precisa, mis labios y elementos…
Tu amor es gracia, juventud, virtud, soberanía
Lenta es mi mirada aunque perece ante tus párpados:
Oooh Doncella, viste tu guiño del atuendo vano, que lucía
La primavera de tu nombre esbelto… Como dos enamorados.
Óooh grácil salón de vista clara, que tu nombre relumbre
En mi Poesía, como una vasta embarcación, de Sol selecto,
Y en tus acordes, la lumbre vana sea lumbre
De Música y tapices de oro, ante la pluma de mi efecto…
Perdura en ti la armonía. La Paz no cede en tu semblante
Eres la vasta sinfonía de los mares en los cielos,
De la calma que a occidente de tus labios, un único diamante
Lunar, en otro blasonara tu silencio con la música y anhelos,
Cual la fragua otorgara en tu sonrisa la cúspide marina…
Vestida de acierto, tu joven Luz liviana, embellece
Y canta, como el encierro a la libertad de tu ala prístina,
Como el dolor y la pausa, la espera empequeñece…
Color, es a tus mejillas, como una primaveral tarde
Recordando el alimento del Verano, donde fundes tu gozo y se derrama
La miel. Beso Ooh déjame besar, la augusta lengua arde
Y el labio aplaca, tu juvenil sonrisa, y esmero que te ama…
Otorga el rostro precioso de tu silencio claro
La sombra en primavera que tu mano embellece,
Cuna, ardor y silencio y canto de ave, tu reparo…
Con gloria nevada mi canto no anochece…
Vuelo de tus labios en palabras desmedidas
Que por ser de mis heridas, las sombras de los llantos,
Arremeten con el plectro oscuro de mis cantos,
Donde urge mi sainete, con palabras comedidas…
Vuela de mi claro, atrofiando la sorpresa,
Clara luz de mi silencio, inigualable belleza…
Atuendo de tu atavío, ataviando la belleza,
Luz de mi solo estío, tan bello clima regresa.
Primaveras en tus labios, Érica, brisa traes,
Con la Luz de tu Magisterio, púrpura rosa distraes…
Érica, Oooh Érica! Pasión que tu mirada emerge
Costas, en que soy blandido ya en el éxtasis
Armonioso de tu cintura helada. Pegaso sumerge
Tus alas en el blando cielo, Doncella que al Oasis
Disfruta en mil frutas de amor sediento,
Cual arde en tu voz ya la flor, de tu alimento,
Y ocupa en mi bandada el Sueño de los Vientos…
Donde tu amor precisa, mis labios y elementos…
Tu amor es gracia, juventud, virtud, soberanía
Lenta es mi mirada aunque perece ante tus párpados:
Oooh Doncella, viste tu guiño del atuendo vano, que lucía
La primavera de tu nombre esbelto… Como dos enamorados.
Óooh grácil salón de vista clara, que tu nombre relumbre
En mi Poesía, como una vasta embarcación, de Sol selecto,
Y en tus acordes, la lumbre vana sea lumbre
De Música y tapices de oro, ante la pluma de mi efecto…
Perdura en ti la armonía. La Paz no cede en tu semblante
Eres la vasta sinfonía de los mares en los cielos,
De la calma que a occidente de tus labios, un único diamante
Lunar, en otro blasonara tu silencio con la música y anhelos,
Cual la fragua otorgara en tu sonrisa la cúspide marina…
Vestida de acierto, tu joven Luz liviana, embellece
Y canta, como el encierro a la libertad de tu ala prístina,
Como el dolor y la pausa, la espera empequeñece…
Color, es a tus mejillas, como una primaveral tarde
Recordando el alimento del Verano, donde fundes tu gozo y se derrama
La miel. Beso Ooh déjame besar, la augusta lengua arde
Y el labio aplaca, tu juvenil sonrisa, y esmero que te ama…
Otorga el rostro precioso de tu silencio claro
La sombra en primavera que tu mano embellece,
Cuna, ardor y silencio y canto de ave, tu reparo…
Con gloria nevada mi canto no anochece…
Vuelo de tus labios en palabras desmedidas
Que por ser de mis heridas, las sombras de los llantos,
Arremeten con el plectro oscuro de mis cantos,
Donde urge mi sainete, con palabras comedidas…
Vuela de mi claro, atrofiando la sorpresa,
Clara luz de mi silencio, inigualable belleza…
Atuendo de tu atavío, ataviando la belleza,
Luz de mi solo estío, tan bello clima regresa.
Primaveras en tus labios, Érica, brisa traes,
Con la Luz de tu Magisterio, púrpura rosa distraes…
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