Sombra y ala (El beso de tu sombra)
Busco el ala de tu beso, en la nieve que recala,
en la nieve de tu sombra, en tu sombra, sombra y ala
platinando con el beso, de tu mármol sempiterno,
lo gallardo de tu numen, cual esmero al alba fuera
en el rostro, la quimera, de mi bucle, un sol eterno,
por el ala del averno, en la sombra que se fuera…
Busco el ala de tu sombra, en la sombra, piel y hueso
donde llama la magnolia, y el carbunclo de mi seso,
Busco el arte de mi beso, en mi doble cantimplora,
busco el alba que me añora, con semblante en la tinaja
sombra rémora de paja, en la nube que se explora,
con el arte de mi beso, con las alas que destaja…
Busco nieve en tu mirada, busco sombra en tu hermosura,
ya la liendre de mi arte, busca al Céfiro su pluma
en el rostro con que cuaja, junto a la dócil espuma,
la bandera de mis ansias, en cobijas, tu ternura…
Busco sombras en tus senos, busco senos en alburas,
las mañanas cuestan menos, sin las albas que apresuras,
busca el arte mis sonrisas, busca gélidas infancias,
el latir de todas flores, que se rozan consonancias…
Busco clámides etéreas, busco flores y mortajas
el delirio de mis sombras, en latientes sombras ajas,
y en la nieve, late un eco, que las prímulas alcanzan
a vestir un candelabro, de crepúsculos que danzan…
Busca el ala la manera, de latir confrontaciones,
de sinérgicas esporas, de latientes ilusiones,
busca el ala entrelazadas, con altivas fluctuaciones
las mañanas de mi sombra, con el alba de tus dones…
Ya no friega lontananza, con escapes palaciegos,
de tus mudos arrebatos, en clepsidras misteriosas
con el alba de las cosas, donde abrevan tus anegos,
la mañana de mi Trova, con las místicas valiosas…
Ya la música varía, con el beso de tu habla
la cortina de tus flores, es el beso que no calla,
con el alba en tu muralla, y la sombra que detalla
en tus labios primorosos, los acordes con que ensambla…
Busca el beso que me halla, lo continuo de mi párpado
que ennegrece la finura, de tu sombra en mi resguardo,
por el alba que es austera, y conforma todo nardo
en la boca de mi beso, en el frío de tu prado…
Busca besos en el habla, donde mis mañanas besan
las constantes alicientes, de mis núbiles palomas,
en el arte de mi beso, donde roban de tus pomas
las mañanas de mi arte, en las sombras que regresan…
Busca el beso de mi risa, busca el arte en mi nevisca,
busca el vino de mis labios, en contorno con tu risa:
amanece si no hay soles, que comparen la lentisca,
de mi beso en otro robo, de tu arte en mi sonrisa…
Busca el ala de mis besos, busco cielos englosados,
en la bóveda celeste, son tus besos, endiosados…
Busco el ala de tu beso, en la nieve que recala,
en la nieve de tu sombra, en tu sombra, sombra y ala
platinando con el beso, de tu mármol sempiterno,
lo gallardo de tu numen, cual esmero al alba fuera
en el rostro, la quimera, de mi bucle, un sol eterno,
por el ala del averno, en la sombra que se fuera…
Busco el ala de tu sombra, en la sombra, piel y hueso
donde llama la magnolia, y el carbunclo de mi seso,
Busco el arte de mi beso, en mi doble cantimplora,
busco el alba que me añora, con semblante en la tinaja
sombra rémora de paja, en la nube que se explora,
con el arte de mi beso, con las alas que destaja…
Busco nieve en tu mirada, busco sombra en tu hermosura,
ya la liendre de mi arte, busca al Céfiro su pluma
en el rostro con que cuaja, junto a la dócil espuma,
la bandera de mis ansias, en cobijas, tu ternura…
Busco sombras en tus senos, busco senos en alburas,
las mañanas cuestan menos, sin las albas que apresuras,
busca el arte mis sonrisas, busca gélidas infancias,
el latir de todas flores, que se rozan consonancias…
Busco clámides etéreas, busco flores y mortajas
el delirio de mis sombras, en latientes sombras ajas,
y en la nieve, late un eco, que las prímulas alcanzan
a vestir un candelabro, de crepúsculos que danzan…
Busca el ala la manera, de latir confrontaciones,
de sinérgicas esporas, de latientes ilusiones,
busca el ala entrelazadas, con altivas fluctuaciones
las mañanas de mi sombra, con el alba de tus dones…
Ya no friega lontananza, con escapes palaciegos,
de tus mudos arrebatos, en clepsidras misteriosas
con el alba de las cosas, donde abrevan tus anegos,
la mañana de mi Trova, con las místicas valiosas…
Ya la música varía, con el beso de tu habla
la cortina de tus flores, es el beso que no calla,
con el alba en tu muralla, y la sombra que detalla
en tus labios primorosos, los acordes con que ensambla…
Busca el beso que me halla, lo continuo de mi párpado
que ennegrece la finura, de tu sombra en mi resguardo,
por el alba que es austera, y conforma todo nardo
en la boca de mi beso, en el frío de tu prado…
Busca besos en el habla, donde mis mañanas besan
las constantes alicientes, de mis núbiles palomas,
en el arte de mi beso, donde roban de tus pomas
las mañanas de mi arte, en las sombras que regresan…
Busca el beso de mi risa, busca el arte en mi nevisca,
busca el vino de mis labios, en contorno con tu risa:
amanece si no hay soles, que comparen la lentisca,
de mi beso en otro robo, de tu arte en mi sonrisa…
Busca el ala de mis besos, busco cielos englosados,
en la bóveda celeste, son tus besos, endiosados…
Ayer a las 7:07 am por jorge enrique mantilla
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