Exclusa visceral
Pertrecho cuanto por difunto, devoto casual, sosiego
espuma en el manto adversa, tan celestial desapego,
urdida de tanta maña, ardor quimera y un ciego
desorbitando las olas, bulle, y acendra en el ego…
Deforme no ahuella ufana, pudor cual estima el cauce
vanagloriando el amarse, por cuanto estima la lluvia,
cantando de sombras hermanas, la luz de una novia,
que goza cual estridencia, volteando el romance…
Rodete, frangancia hermosa, lenta clepsidra
hunde en el tamo adusto, campana real, la vista,
sopeso caución no arredre, conjuro persista,
mi altiva huella de cántaro, rota lascivia…
Perfume, entona y árde, altivo y sagaz, endeble
suspiro en el cual, perfume, es glosa de miera
soez y cardumen de cera, de rota alba diera
mi sol en altivos dotes, pasión indeleble…
Música al término, tasas, es glosa el arbitrio
fraguada de tu verano, y voz, acechanza,
do frenan estrépitos, cauces, de sombra y alianza,
conectan desnudos y valles, tan goce al martirio…
Es ascua la dócil Querube, es clavo de llanto,
pasiva en el bravo canario, la música y rizo,
donde encallan las piernas del robo, sutil paraíso
bravando la cena con alas, desnudo quebranto…
Ocio, interpuse en las alas, de mí y mi memoria,
oyes coturnos disparos, de vueltas infamias,
liturgias de otros veranos, ausentes de miasmas,
esotéricas vueltas de amparo, flameando en la historia…
De brisas que surgen, aprestos, vulgos y cinceles,
estoico ademán de la lluvia, porfiados biseles,
de sombras difuman tus senos, gentil, chapiteles
al rostro que vuela en tus fauces, desnudos pinceles…
Tus pechos, aún coloreando la fuga en nobleza,
desnudan las ansias del goce, gentil la belleza
arbitrian la casta sonrisa, en ti, fortaleza
y engavian hortelanos recuerdos, sutil, de frambuesa…
Mis horas son noches livianas, mis honras son noches,
altivos mis días elogian estrellas que encauzas,
do mella fraguada la fuga, de estoicos fantoches,
mis alas deforman la brisa, añadas y cruzas…
Croando en mí, mi mirada, desarma la noche
esbirros de sombras y diestras, amaneceres desnudos,
do fugan silentes los baches, en luna y en buche,
fraguadas en mí las doncellas que siembran los nudos…
Mis ojos, se preñan un poco, tatüada belleza,
en horas tempranas de cielo, desnuda cigarra
y los grillos dan vida a tus musas ventanas,
aciertan en mí la estridencia conforme la emanas…
Aciertas, tus noches oscuras, en grillos del alba,
mis ojos son bellos momentos, de sombra tan malva…
Pertrecho cuanto por difunto, devoto casual, sosiego
espuma en el manto adversa, tan celestial desapego,
urdida de tanta maña, ardor quimera y un ciego
desorbitando las olas, bulle, y acendra en el ego…
Deforme no ahuella ufana, pudor cual estima el cauce
vanagloriando el amarse, por cuanto estima la lluvia,
cantando de sombras hermanas, la luz de una novia,
que goza cual estridencia, volteando el romance…
Rodete, frangancia hermosa, lenta clepsidra
hunde en el tamo adusto, campana real, la vista,
sopeso caución no arredre, conjuro persista,
mi altiva huella de cántaro, rota lascivia…
Perfume, entona y árde, altivo y sagaz, endeble
suspiro en el cual, perfume, es glosa de miera
soez y cardumen de cera, de rota alba diera
mi sol en altivos dotes, pasión indeleble…
Música al término, tasas, es glosa el arbitrio
fraguada de tu verano, y voz, acechanza,
do frenan estrépitos, cauces, de sombra y alianza,
conectan desnudos y valles, tan goce al martirio…
Es ascua la dócil Querube, es clavo de llanto,
pasiva en el bravo canario, la música y rizo,
donde encallan las piernas del robo, sutil paraíso
bravando la cena con alas, desnudo quebranto…
Ocio, interpuse en las alas, de mí y mi memoria,
oyes coturnos disparos, de vueltas infamias,
liturgias de otros veranos, ausentes de miasmas,
esotéricas vueltas de amparo, flameando en la historia…
De brisas que surgen, aprestos, vulgos y cinceles,
estoico ademán de la lluvia, porfiados biseles,
de sombras difuman tus senos, gentil, chapiteles
al rostro que vuela en tus fauces, desnudos pinceles…
Tus pechos, aún coloreando la fuga en nobleza,
desnudan las ansias del goce, gentil la belleza
arbitrian la casta sonrisa, en ti, fortaleza
y engavian hortelanos recuerdos, sutil, de frambuesa…
Mis horas son noches livianas, mis honras son noches,
altivos mis días elogian estrellas que encauzas,
do mella fraguada la fuga, de estoicos fantoches,
mis alas deforman la brisa, añadas y cruzas…
Croando en mí, mi mirada, desarma la noche
esbirros de sombras y diestras, amaneceres desnudos,
do fugan silentes los baches, en luna y en buche,
fraguadas en mí las doncellas que siembran los nudos…
Mis ojos, se preñan un poco, tatüada belleza,
en horas tempranas de cielo, desnuda cigarra
y los grillos dan vida a tus musas ventanas,
aciertan en mí la estridencia conforme la emanas…
Aciertas, tus noches oscuras, en grillos del alba,
mis ojos son bellos momentos, de sombra tan malva…
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