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por Cual sudorosa mano…
Atino a la beldad, cual sudorosa mano
verter entre la espuma el lirio que no ha muerto,
tan rosas mis desmedros, cual robos de artesano
deshace los adentros de todo desacierto…
Me bulles en el alma, paloma dócil, fuga
elástica amapola, fruición, cabo del alma,
do ciertos los cläveles, de espumas y madruga
altivo continente de cïegas horas, calma…
Figura de tus pies, inclinan en el alba
las flores que prometes, desnudas sobre el césped,
monturas de placer, solícitas me salva
la risa entre las hojas, desnudas de mi sed…
Otëan maravillas, entonan sutil arpa
ó ciegas de emoción, tus piernas buscan agua,
para hundir mi albor, terreno y ya sin tregua
desnudo mi blasón, amante bajo carpa…
De rüinas me somete, el dulce trago amante
oceánico deshielo, jubón atiza el alba,
ribete contra el arte de mudo trasto, selva
que de mi oro erige, tu sol sobre el levante…
La sal invicta ayuna, precaria de mi süeño
ayuna en oropeles, trasuntos de verano,
en sombras de tu mano, sobre tu pecho dueño
a tu bebé frescura, impronta sesga ufano…
Mi júbilo en tus rosas, entre tus pechos, árdo
jolgorios de donceles, y rubias de Verano,
majadas de artesano, que no ha de morir, tardo
en no morir de flores cuando morir es vano…
De besos a mi sombra, sumida en otros pechos,
fraguada de fortuna, ya de tu imán, deshechos
fortuna entre tus alas, tus piernas no descubren,
aquél fortín del labio, que besos no consumen…
Mi boca es a tus labios, un parangón de risa
desnuda en mi silencio, cual enturbiada lläma:
de besos altercada, vestida a toda prisa,
la rosa de tus labios, de mi mujer, mi Dama.
Privada en otros cïegos retoques altruistas,
de besos y llamados, de oro entre tus senos
callados los venenos, que de mi ser y artistas
sopesan mi resguardo, desnudos a tus trenos…
Mujer: mujer y rosa, vestida de venablos
acierta con tu fuga, el oropel travïeso,
desnudo de tu Arte, llamado el embeleso
para fluir y apremio, valuado de retablos…
Tu risco, tu sainete, tu lujuria ardes
prendada en mí la flor, desnuda de tus tardes,
inclinas a mis flores, la boca de tus labios,
y hueles el perfume, de goces en tus cambios…
Mujer, mujer divina y rosa, al oropel, endecha,
cardumen de mi risa, y füego de mi flecha!
Atino a la beldad, cual sudorosa mano
verter entre la espuma el lirio que no ha muerto,
tan rosas mis desmedros, cual robos de artesano
deshace los adentros de todo desacierto…
Me bulles en el alma, paloma dócil, fuga
elástica amapola, fruición, cabo del alma,
do ciertos los cläveles, de espumas y madruga
altivo continente de cïegas horas, calma…
Figura de tus pies, inclinan en el alba
las flores que prometes, desnudas sobre el césped,
monturas de placer, solícitas me salva
la risa entre las hojas, desnudas de mi sed…
Otëan maravillas, entonan sutil arpa
ó ciegas de emoción, tus piernas buscan agua,
para hundir mi albor, terreno y ya sin tregua
desnudo mi blasón, amante bajo carpa…
De rüinas me somete, el dulce trago amante
oceánico deshielo, jubón atiza el alba,
ribete contra el arte de mudo trasto, selva
que de mi oro erige, tu sol sobre el levante…
La sal invicta ayuna, precaria de mi süeño
ayuna en oropeles, trasuntos de verano,
en sombras de tu mano, sobre tu pecho dueño
a tu bebé frescura, impronta sesga ufano…
Mi júbilo en tus rosas, entre tus pechos, árdo
jolgorios de donceles, y rubias de Verano,
majadas de artesano, que no ha de morir, tardo
en no morir de flores cuando morir es vano…
De besos a mi sombra, sumida en otros pechos,
fraguada de fortuna, ya de tu imán, deshechos
fortuna entre tus alas, tus piernas no descubren,
aquél fortín del labio, que besos no consumen…
Mi boca es a tus labios, un parangón de risa
desnuda en mi silencio, cual enturbiada lläma:
de besos altercada, vestida a toda prisa,
la rosa de tus labios, de mi mujer, mi Dama.
Privada en otros cïegos retoques altruistas,
de besos y llamados, de oro entre tus senos
callados los venenos, que de mi ser y artistas
sopesan mi resguardo, desnudos a tus trenos…
Mujer: mujer y rosa, vestida de venablos
acierta con tu fuga, el oropel travïeso,
desnudo de tu Arte, llamado el embeleso
para fluir y apremio, valuado de retablos…
Tu risco, tu sainete, tu lujuria ardes
prendada en mí la flor, desnuda de tus tardes,
inclinas a mis flores, la boca de tus labios,
y hueles el perfume, de goces en tus cambios…
Mujer, mujer divina y rosa, al oropel, endecha,
cardumen de mi risa, y füego de mi flecha!
Muchas gracias, Miguel!!!! Un abrazo enorme, amigo!!! Felicidades!!!! Sigamos adelante con nuestra inspiración, Poeta!!!! Avanti, compañero!!!!!
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