Duelo de corazón y labios
Te amo!, mi corazón y mi boca por ti se han enfrentado,
y la demanda de tus labios, inquisitiva, fue mirada:
mi voz, pasiva, infinita, fue juventud otorgada
a la premura que viertes, dulce y joven, lacerada…
Por ti mi boca fue Odeón y pluma; vertidas del mismo arrojo,
tus alas fueron regalo de plumas, tus manos, mi antojo.
Privado de ti en la mañana, mis ojos se anegaron
buscando el alma en tu plectro, con alba cegaron…
Mis labios tu bucle precisa, mi boca no encontrará
la frescura de tu alma insigne, mi sostén en la bruma:
regada de amor mi lujuria, mi ardor se consuma
mi rostro a mis ojos enlute, si tu alma volara…
Prisión, mi destello no viaje, prendando en tu ala
la misma llovizna del paje, también la antesala,
mis ojos no vuelvan naufragio, mi voz de bengala,
tus ojos en mí no nacieron, para blandir tu gala…
Mis labios son rosa de olvido, Castalia nocturna
de cedro tu boca me olvida? tal vez taciturna,
Mi boca te besa en la noche, y aún huérfana
de la voz que mi solo fantoche, escude y afana…
Me dueles por dentro del alma, mi funda es tu risa,
bagaje de amor tu sonrisa, tu fría amapola,
de oírme entre goces desïertos, desnudo desola
fragancias de tus desiertos, el habla y tu brisa…
Mi joven preámbulo invita, tu joven mirada
gentil azucena divina, carmín de la amada,
mi rosa eres tú si me oprobia, tan lejos, distante
el frío ya de la paloma, hendida y fragante…
El ocio en mi boca conforma, tamices delgados
rocío, que los amantes, perfuman de agrado
y tu mirada me premia y solloza cual beso porfiado,
así también la azalea, me sube en estrados…
Mis ojos no vierten asomos, de mí, rutilantes
confirma este salto laqueado, que goza miradas,
Cortázar me quema las alas, de ti enamoradas
tan núbil cubilla de amantes, por ti fabricadas…
Mi vuelo es ahora nocturno, apacible bonanza,
no cïegan conformes, brillantes, indómitas aguas
para vestir tu blancura, no nïega entre recuas,
bandidas sonrisas de besos, que por ti ya no alcanza…
Mi sólida Lira se prenda, ya de tu guitarra
y besa tu canto el odeón, pasiva panoja,
que funde en tus labios mi beso, de ti ya despoja
tu corazón en mis labios, desnudo, desgarra...!
Mis labios en ti ya no encierran, el beso que apañe,
y tu morada me prive, con labios, mi ala
desnuda de ya la intensiva cubierta que empañe,
mi boca con sólo tus besos, dormidos, recala…
Tus labios, consortes lo fueron, aún de mi beso,
los lirios, tu arrojo prendaron, de nieve, tu preso…
Te amo!, mi corazón y mi boca por ti se han enfrentado,
y la demanda de tus labios, inquisitiva, fue mirada:
mi voz, pasiva, infinita, fue juventud otorgada
a la premura que viertes, dulce y joven, lacerada…
Por ti mi boca fue Odeón y pluma; vertidas del mismo arrojo,
tus alas fueron regalo de plumas, tus manos, mi antojo.
Privado de ti en la mañana, mis ojos se anegaron
buscando el alma en tu plectro, con alba cegaron…
Mis labios tu bucle precisa, mi boca no encontrará
la frescura de tu alma insigne, mi sostén en la bruma:
regada de amor mi lujuria, mi ardor se consuma
mi rostro a mis ojos enlute, si tu alma volara…
Prisión, mi destello no viaje, prendando en tu ala
la misma llovizna del paje, también la antesala,
mis ojos no vuelvan naufragio, mi voz de bengala,
tus ojos en mí no nacieron, para blandir tu gala…
Mis labios son rosa de olvido, Castalia nocturna
de cedro tu boca me olvida? tal vez taciturna,
Mi boca te besa en la noche, y aún huérfana
de la voz que mi solo fantoche, escude y afana…
Me dueles por dentro del alma, mi funda es tu risa,
bagaje de amor tu sonrisa, tu fría amapola,
de oírme entre goces desïertos, desnudo desola
fragancias de tus desiertos, el habla y tu brisa…
Mi joven preámbulo invita, tu joven mirada
gentil azucena divina, carmín de la amada,
mi rosa eres tú si me oprobia, tan lejos, distante
el frío ya de la paloma, hendida y fragante…
El ocio en mi boca conforma, tamices delgados
rocío, que los amantes, perfuman de agrado
y tu mirada me premia y solloza cual beso porfiado,
así también la azalea, me sube en estrados…
Mis ojos no vierten asomos, de mí, rutilantes
confirma este salto laqueado, que goza miradas,
Cortázar me quema las alas, de ti enamoradas
tan núbil cubilla de amantes, por ti fabricadas…
Mi vuelo es ahora nocturno, apacible bonanza,
no cïegan conformes, brillantes, indómitas aguas
para vestir tu blancura, no nïega entre recuas,
bandidas sonrisas de besos, que por ti ya no alcanza…
Mi sólida Lira se prenda, ya de tu guitarra
y besa tu canto el odeón, pasiva panoja,
que funde en tus labios mi beso, de ti ya despoja
tu corazón en mis labios, desnudo, desgarra...!
Mis labios en ti ya no encierran, el beso que apañe,
y tu morada me prive, con labios, mi ala
desnuda de ya la intensiva cubierta que empañe,
mi boca con sólo tus besos, dormidos, recala…
Tus labios, consortes lo fueron, aún de mi beso,
los lirios, tu arrojo prendaron, de nieve, tu preso…
Ayer a las 7:07 am por jorge enrique mantilla
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