Mi selva

Mi Selva…

Mi selva anochece en un suspiro,
fraguada en noche, se aloja casi cierto
mi mundo amante donde declina descubierto
la sombra del pecado que asombra entre respiro…
Busca un ego cierto la batalla enrojecida
y vuelve águila de sol, la sombra descubierta,
y asomo por lo cual, la música despierta
soneto del maizal donde se esconde huida…

Mis ojos hacen noche, donde el causal abreva
suspiro en otros ojos, del cielo, hasta que llueva
y pena desaciertos con el cristal que nïeva,
su oro en lentitudes que bravan sombra nueva…
Mirada en de reojo, suspiro en voz alada
la cumbre de mi sombra, enhiesta cabe siempre
a ver los sortilegios de un mundo que no compre
valuadas en estrellas, mis légamos y amada…

Vulnera sobre el hito, fraguados oropeles
semántica que dueles, en ciertos erotemas,
cristales en arenas, de soles transcurridos,
resoples de jirones envueltos en los nidos…
Mi sombra el oro calla y es mundo todo amante,
de sombras, -Dios mediante- de lunas en aquellas
miradas en la sombra, pasiva de querellas,
miradas en ardor, de nuevo y adelante…

Transcurso de bramidos que aúnan lo que süeñan,
distancia precavida de sueños y cabestros,
los álabes de luces que alaban los maestros,
donceles del augurio de mieles que se adueñan…
Descubres en mi rostro palabras que sonrojan,
bajeles de oro cauto que abrevan elocuencias
las dunas de doncellas donde aclaran imprudencias,
las horas del silencio, perfumes que despojan…

Irisan falto de arte, sollozo bienamado
en rostro de querubes y llanto de donceles,
que engrupen el aliento de mudos anaqueles
y encintan los anhelos de fugas y pinceles…
Arrebatos del loor que claman los silencios
para vestir audaces, las sombras de lo mucho,
por el derrame casto que asumen en anuncios
de sombras y oropeles que abrevan lo que escucho…

Distante del silencio, la música es precisa,
de música y amante, la sombra verbaliza….