Sonetos al milagro de tus ojos
I
Claro destello, mar umbrío, lentos soles
campana mineral, tus arreboles
místico silencio en el mar de füego,
estrellas de crepúsculo, tu rüego…
Cadencia murmurada del estío
robada soñadora de tu vientre
al sesgo, al mar ubicuo donde centre
el lobo de mi piel, la luna arrío…
Desate la flor sedienta espuma
al ergo de crisálidas de rosas,
tu suspiro puede ver un vago…
Sediento crepitar la noche suma
cadencia al murmurar latir deshago
en solo mineral, carbón abrasas…
II
Silencio en el murmullo a tu rezago,
manantial del vuelo que ha eclipsado
soñarte ha sido un beso bienamado
descalzo latir por ende, por amago…
Rozarte la sencilla desnudez de tu paloma
fue accionar entre sombras la promesa
de ver caber en ascuas luna artesa
sösiego mineral de sombra que se asoma…
Decirte: “en mis labios sueña rosa
la palabra de tu seno en la hojarasca”
es ver el sueño doble de mi infancia
Donde mudo aljófar tiñe el oro y ansia
del bermellón carbunclo en sutil cosa
añora la función y lenta busca…
III
Distancia a tu mirada y ojos al destello
de tu cuello blandir el océano de espuma
carente en el milagro de tu rubio sello
ampara y muerde el ébano que abruma…
Dosel inmaculado a tu fragancia
de tus ojos la perdiz se baña entre tu celo
campanas del adiós de tu pañuelo
se roban el milagro de tu estancia…
Soñado terso aroma, discordancia
mudo clamor del eco del estío,
campana inerte en súbito albedrío
Donde cabe admirar la sombra del inerte
fragor de la batalla que se escancia
la súbita belleza que desnuda al verte…
IV
Real escapatoria hacia el velamen presto
de tu largo porvenir de gotas en la lluvia,
donde el silencio troca el vergel de novia
y semblanza pordiosera, descalza, es resto…
Velamen cuenta gotas en suspiro de aves preces
que roba en tu suspiro la miel de la hondonada
y añora en el vergel la tibia paz mojada
de un súbito dintel que plasma lo que cueces…
Desnudo y en sosiego la mar se vuelve duna,
altiva y soberana, ruin, escoplo dulce
campana mineral que roba el alce
Que crepita en el mar y mueve espumas,
campanas del silencio, hacia la luna
misógina y mortal, belleza sumas…
V
Añora el destemple el pájaro cabrío
la fría sordidez del ángel desamparo
que en fragua del hechizo de su faro
clavel la muda gota desnuda su albedrío...
Distancia y premura vista donde hallazgo
cede de su cuna, la vil noche temprana
que sobre el lento crepitar de la persiana
äsombra en desnudez el frío hallazgo…
Y roba y amanece tras tu espalda
la lenta campana de cielo
donde el verde pañuelo de tu falda
Deshace la miel que cubre aún el desvelo
carbunclo a la risüeña morbidez del desamparo
donde es hora la desnudez, diamante raro…
VI
Asoma y bermeja la distancia culta,
de tu sonrisa, estelar, cual es simiente
la bandada pudiente
del volar el oro en luna, que se oculta
Y brava la centëlla de éste mar bravío
donde deshora el veranillo donde moras
alerce y multitud que me atesoras
a vestir e incorporarme el mar navío…
Acierta un rasgo fornitura ya elegante
el duro del diamante
y la sal en la promesa del estío
Donde brama la dureza de tu río
en sorda aridez del desamparo
a sola ciega longitud del oro raro.
VII
Desde tus ojos la llanura es mi silencio
en que se evade la sonrisa de mi vientre
donde descubre el animal que encuentre
el solo abismo de la mar de tu deslío
Donde la noche puede asar la multitud del brío
caliginoso lecho que fragua el desamparo
la virtud de éste sosiego donde muere caro
el desliar a mi palabra de su estío…
Y, entre banderas reclinadas de la espuma
latentes sombras aniquilan la diadema
que fragua entre suspiros de su pena…
Desde el clamor vituperado de mis roces
hasta el silencio que muda mis cauces,
por la distancia de tu color de arena…
VIII
El soplo del silencio, el perfume a tu bandera
de miel en la luna, tu quimera,
tu roce etéreo, tu lenta cruz se eleva,
sobre el dial de tu oscura leva…
Hacia el dintel que oscurece su tinta, su desvelo
y sü llama. Ardor que muerde el polvo de una rama.
Sobre el dialecto del papel en el poema.
Sobre la errante asidera de tu flor, que anhelo.
Descubre en el desvelo,
su claustro enmohecido de llamadas
a la fría sordidez de las espadas!
Desnudo Cielo, yo te clamo
y es agora, la mitad del cielo breve, vello!
Hacia el semblante del adiós donde yo amo.
I
Claro destello, mar umbrío, lentos soles
campana mineral, tus arreboles
místico silencio en el mar de füego,
estrellas de crepúsculo, tu rüego…
Cadencia murmurada del estío
robada soñadora de tu vientre
al sesgo, al mar ubicuo donde centre
el lobo de mi piel, la luna arrío…
Desate la flor sedienta espuma
al ergo de crisálidas de rosas,
tu suspiro puede ver un vago…
Sediento crepitar la noche suma
cadencia al murmurar latir deshago
en solo mineral, carbón abrasas…
II
Silencio en el murmullo a tu rezago,
manantial del vuelo que ha eclipsado
soñarte ha sido un beso bienamado
descalzo latir por ende, por amago…
Rozarte la sencilla desnudez de tu paloma
fue accionar entre sombras la promesa
de ver caber en ascuas luna artesa
sösiego mineral de sombra que se asoma…
Decirte: “en mis labios sueña rosa
la palabra de tu seno en la hojarasca”
es ver el sueño doble de mi infancia
Donde mudo aljófar tiñe el oro y ansia
del bermellón carbunclo en sutil cosa
añora la función y lenta busca…
III
Distancia a tu mirada y ojos al destello
de tu cuello blandir el océano de espuma
carente en el milagro de tu rubio sello
ampara y muerde el ébano que abruma…
Dosel inmaculado a tu fragancia
de tus ojos la perdiz se baña entre tu celo
campanas del adiós de tu pañuelo
se roban el milagro de tu estancia…
Soñado terso aroma, discordancia
mudo clamor del eco del estío,
campana inerte en súbito albedrío
Donde cabe admirar la sombra del inerte
fragor de la batalla que se escancia
la súbita belleza que desnuda al verte…
IV
Real escapatoria hacia el velamen presto
de tu largo porvenir de gotas en la lluvia,
donde el silencio troca el vergel de novia
y semblanza pordiosera, descalza, es resto…
Velamen cuenta gotas en suspiro de aves preces
que roba en tu suspiro la miel de la hondonada
y añora en el vergel la tibia paz mojada
de un súbito dintel que plasma lo que cueces…
Desnudo y en sosiego la mar se vuelve duna,
altiva y soberana, ruin, escoplo dulce
campana mineral que roba el alce
Que crepita en el mar y mueve espumas,
campanas del silencio, hacia la luna
misógina y mortal, belleza sumas…
V
Añora el destemple el pájaro cabrío
la fría sordidez del ángel desamparo
que en fragua del hechizo de su faro
clavel la muda gota desnuda su albedrío...
Distancia y premura vista donde hallazgo
cede de su cuna, la vil noche temprana
que sobre el lento crepitar de la persiana
äsombra en desnudez el frío hallazgo…
Y roba y amanece tras tu espalda
la lenta campana de cielo
donde el verde pañuelo de tu falda
Deshace la miel que cubre aún el desvelo
carbunclo a la risüeña morbidez del desamparo
donde es hora la desnudez, diamante raro…
VI
Asoma y bermeja la distancia culta,
de tu sonrisa, estelar, cual es simiente
la bandada pudiente
del volar el oro en luna, que se oculta
Y brava la centëlla de éste mar bravío
donde deshora el veranillo donde moras
alerce y multitud que me atesoras
a vestir e incorporarme el mar navío…
Acierta un rasgo fornitura ya elegante
el duro del diamante
y la sal en la promesa del estío
Donde brama la dureza de tu río
en sorda aridez del desamparo
a sola ciega longitud del oro raro.
VII
Desde tus ojos la llanura es mi silencio
en que se evade la sonrisa de mi vientre
donde descubre el animal que encuentre
el solo abismo de la mar de tu deslío
Donde la noche puede asar la multitud del brío
caliginoso lecho que fragua el desamparo
la virtud de éste sosiego donde muere caro
el desliar a mi palabra de su estío…
Y, entre banderas reclinadas de la espuma
latentes sombras aniquilan la diadema
que fragua entre suspiros de su pena…
Desde el clamor vituperado de mis roces
hasta el silencio que muda mis cauces,
por la distancia de tu color de arena…
VIII
El soplo del silencio, el perfume a tu bandera
de miel en la luna, tu quimera,
tu roce etéreo, tu lenta cruz se eleva,
sobre el dial de tu oscura leva…
Hacia el dintel que oscurece su tinta, su desvelo
y sü llama. Ardor que muerde el polvo de una rama.
Sobre el dialecto del papel en el poema.
Sobre la errante asidera de tu flor, que anhelo.
Descubre en el desvelo,
su claustro enmohecido de llamadas
a la fría sordidez de las espadas!
Desnudo Cielo, yo te clamo
y es agora, la mitad del cielo breve, vello!
Hacia el semblante del adiós donde yo amo.
Jue Nov 14, 2024 4:55 am por caminandobajolalluvia
» CREPÚSCULO: breve cántico
Dom Nov 03, 2024 2:26 pm por eledendo
» Del esplendor imposible
Mar Oct 01, 2024 8:03 pm por caminandobajolalluvia
» Del esplendor imposible
Miér Sep 18, 2024 2:45 pm por eledendo
» Te digo adiós
Mar Sep 10, 2024 11:53 pm por kin
» Arrugas
Vie Ago 30, 2024 7:28 am por jorge enrique mantilla
» Ausencia
Miér Ago 21, 2024 7:06 pm por jorge enrique mantilla
» No te preocupes
Lun Ago 19, 2024 12:03 pm por jorge enrique mantilla
» Llegué tarde
Mar Ago 06, 2024 6:20 pm por jorge enrique mantilla