Olvidar la Ofensas

Sin el papel del odio
¿Qué gano por primera vez,
la alegría,
una sonrisa, sinfonía de
una tranquila inocencia?

¿La luz, las hojas y flores de un día,
el sueño, la canción y la ilusión,
que llorarán de risa en la boca?

Vengo a cambiar el resentimiento
por el perdón y a espolvorear
con la sangre fraterna
una canción que se pierda en el sol.

Mi método es añadir al polvo de la tierra
los valles fértiles de la magia,
cuando el horizonte se ilumine
con una descarga eléctrica en la noche
serán nostálgicos sonidos o gestos claros
de fraternidad y paz.

Leer la vida de todos,
viejos parlamentos y
los nuevos argumentos
que inventa la historia
cartas y libros que
se acumulan en las ranuras de los siglos
increíbles genes que
descifran los rostros de la edad y
explican el pasado.

Mi sueño es frágil,
casi penetrar el misterio de la niebla,
monstruo de cristal azul que vuela en medio
del estruendo de los truenos.

Suave vibración con estos pensamientos,
asfixiante atmósfera,
durante la noche el fuego
inmerso en el paisaje,
sin saber aún lo que quiero
me despertaré para aprender a olvidar
las ofensas del pasado.

amoremo escribió:

luis tejada yepes escribió:
Suave vibración con estos pensamientos,
asfixiante atmósfera,
durante la noche el fuego
inmerso en el paisaje,
sin saber aún lo que quiero
me despertaré para aprender a olvidar
las ofensas del pasado.

Muy aleccionador tu poema Luís, las ofensas hay que olvidarlas, porque es un lastre innecesario el que las lleva, lo enferman y lo atrasan. Un apretón de manos.

Gracias mi amigo por tu calificado concepto.