Habrá que oìr como pasan los rostros...

Habrá que oír como pasan los rostros
Habrá que ver como extrañan las manos
Habrá que saberse extraño para uno mismo
Habrá que respirar el sonido de tantos pasos

Habrá que verse al espejo sin resquemor
Habrá que arriesgarse a perder la insania,
Habrá que resignarse a desarmar estructuras
Habrá que dejarse vencer por el optimismo

Como cuando jugabas a desconocer protocolos
Como cuando repudiabas esa vetusta palabra
Como cuando podías oler las estaciones del año
Como cuando sonreían tus malhumores.

Habrá que dejarse llevar por los desconciertos
Habrá que reconocer tu falta de respuestas
Habrá que comunicar esta falta de comunicación
Habrá que decir Carajo con la boca bien llena

Habrá que olvidarse al olvido debajo de la almohada
Habrá que dejar la memoria al alcance de la mano
Habrá que saber dialogar con el silencio
Habrá que saber acompañar al desamparo

Como cuando los dedos no guardaban rencor
Como cuando los ojos hablaban por vos
Como cuando juntabas rayitos de sol para después
Como cuando en los bolsillos no había lugar para desmedros

Habrá que dejarse atrás, bien lejos
Para no cansarse de uno, ni del otro
Ni del reloj o la tostadora

Para no mentir, ni mentirse
Para no quedarse en el suelo
Para sonreír!