Del ser divino capricho
que se resiste a los moldes
de las armas.
Y el arte se vuelve ciencia
anulando la conciencia, conectada
con la garganta que grita,
con la carne hirviente que brama
y con tus ojos abiertos en la madrugada.
Ya no se derriten los relojes,
las horas se conectan con la muerte.
Por que aquí no hay justas proporciones
ni imperialistas tradiciones.
Se ha roto el lazo
que constreñía al alma
a la cordura, como condena cruel
¡La infinita cordura!
Ya no seamos lo que somos
dejemos atrás los espejos
caminando lentamente,
el escarpado terreno
que conduce a la tangente.
Sin llegar a ninguna parte
escapemos de la muerte.
que se resiste a los moldes
de las armas.
Y el arte se vuelve ciencia
anulando la conciencia, conectada
con la garganta que grita,
con la carne hirviente que brama
y con tus ojos abiertos en la madrugada.
Ya no se derriten los relojes,
las horas se conectan con la muerte.
Por que aquí no hay justas proporciones
ni imperialistas tradiciones.
Se ha roto el lazo
que constreñía al alma
a la cordura, como condena cruel
¡La infinita cordura!
Ya no seamos lo que somos
dejemos atrás los espejos
caminando lentamente,
el escarpado terreno
que conduce a la tangente.
Sin llegar a ninguna parte
escapemos de la muerte.
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