relato 1: maldición: pensamiento filosófico.
Esta es una historia cualquiera, pero diferente, solo intenta desvelar realidades actuales y fehacientes
el protagonista de nuestro primer relato es un joven aprendiz de cátedras de lunas y esquinas vacías
un esmirriado pero insolente joven lleno de inquietudes y experiencias y una firme convicción de soledad absoluta,
El dilema de Javier es nuestro objetivo y la narración de su vida nuestra historia.
No hace mucho, paso por mi vida un adolescente descarado que mostraba en su mirada
una inquietante mezcla de sabiduría y desconcierto ante la verdad,las acciones y decisiones
tomadas por sus familiares, amigos y allegados.
El muchacho se debatía cada momento entre la gloria y la derrota, la pasión y la monotonía,
la grandeza de retener la razón siempre que hablaba o tomaba una decisión y claro tanto acierto
complica un poco la existencia porque el relato que narro plantea solo una pregunta
tan simple y compleja que hace temblar los cimientos de cualquier pensamiento organizado en pos de la sabiduría
o afán de albergar conocimientos absolutos e irrefutables.
La pregunta que plantea nuestra historia es la siguiente.
¿se puede vivir teniendo siempre razón?
¿creéis verdaderamente?, que merece la pena conocer el desenlace de cada acción que tomamos
o trayectoria que siguen las personas que queremos o simplemente nos rodean.
Javier pensaba que no, y el don que poseía que no era otro que la falta de error
en sus acciones y consejos, lo habían convertido en una especia de bicho raro al que nadie consultaba nada,
la gente, su propia familia dejo de preguntarle su opinión a pesar de saber que su respuesta,
su consejo, su guía para vivir era la elite de las brújulas vitales una maquina precisa de elecciones.
Asi pues, el joven cuya mirada ofrecía gloria y derrota, tras un tiempo de amistad con mi persona,
una de esas noches donde la melancolía es la luna que alumbra nuestra vida me confiesa;
-Amigo, como es posible que siendo dueño de la razón y sabiendo que no puedo cometer errores,
y que mis decisiones son las mas apropiadas en cada momento y situación, asi de todas formas,
porque me siento tan vacío, por que no puedo terminar de encontrar la gloria-.
Yo, humilde y desconcertado no supe que contestar en ese preciso instante,
pero a solas, dentro de mi alma, empecé a comprender la grandeza de su problema,
cuando todo lo sabes, cuando no te equivocas, cuando tu palabra es irrevocable,
la gente no se atreve a preguntarte ¿porque?, ¿como? o ¿cuando?.
No hay mayor miedo para el hombre que alberga dudas, que pregunta, que hace el intento de encontrar su camino,
que saber que alguien posee todas las respuestas y estas respuestas
tras oírlas no sean las esperadas, porque el ser humano vive de esperanzas,
y la palabra "quizás", es tal vez la respuesta mas agradable que podemos ofrecernos,
ante cualquier cuestión que interrumpa nuestro sueño o corroa nuestras conciencias,
por eso tras varias lunas reflexionando te escribo la respuesta a tu pregunta amigo, Javier .
-Conocer el mañana y quedarse sin preguntas, ni elecciones erróneas,
no es sin duda alguna otra absurda manera de apagar la llama de sentirnos libres,
mañana es mañana y la vida se vive hoy, por lo tanto,
los errores no son sino, otra experiencia acumulada que enseña y fortalece,
por eso necesitamos equivocarnos, por eso nos equivocamos y por eso precisamente, seguiremos haciéndolo todos siempre.
Esta es una historia cualquiera, pero diferente, solo intenta desvelar realidades actuales y fehacientes
el protagonista de nuestro primer relato es un joven aprendiz de cátedras de lunas y esquinas vacías
un esmirriado pero insolente joven lleno de inquietudes y experiencias y una firme convicción de soledad absoluta,
El dilema de Javier es nuestro objetivo y la narración de su vida nuestra historia.
No hace mucho, paso por mi vida un adolescente descarado que mostraba en su mirada
una inquietante mezcla de sabiduría y desconcierto ante la verdad,las acciones y decisiones
tomadas por sus familiares, amigos y allegados.
El muchacho se debatía cada momento entre la gloria y la derrota, la pasión y la monotonía,
la grandeza de retener la razón siempre que hablaba o tomaba una decisión y claro tanto acierto
complica un poco la existencia porque el relato que narro plantea solo una pregunta
tan simple y compleja que hace temblar los cimientos de cualquier pensamiento organizado en pos de la sabiduría
o afán de albergar conocimientos absolutos e irrefutables.
La pregunta que plantea nuestra historia es la siguiente.
¿se puede vivir teniendo siempre razón?
¿creéis verdaderamente?, que merece la pena conocer el desenlace de cada acción que tomamos
o trayectoria que siguen las personas que queremos o simplemente nos rodean.
Javier pensaba que no, y el don que poseía que no era otro que la falta de error
en sus acciones y consejos, lo habían convertido en una especia de bicho raro al que nadie consultaba nada,
la gente, su propia familia dejo de preguntarle su opinión a pesar de saber que su respuesta,
su consejo, su guía para vivir era la elite de las brújulas vitales una maquina precisa de elecciones.
Asi pues, el joven cuya mirada ofrecía gloria y derrota, tras un tiempo de amistad con mi persona,
una de esas noches donde la melancolía es la luna que alumbra nuestra vida me confiesa;
-Amigo, como es posible que siendo dueño de la razón y sabiendo que no puedo cometer errores,
y que mis decisiones son las mas apropiadas en cada momento y situación, asi de todas formas,
porque me siento tan vacío, por que no puedo terminar de encontrar la gloria-.
Yo, humilde y desconcertado no supe que contestar en ese preciso instante,
pero a solas, dentro de mi alma, empecé a comprender la grandeza de su problema,
cuando todo lo sabes, cuando no te equivocas, cuando tu palabra es irrevocable,
la gente no se atreve a preguntarte ¿porque?, ¿como? o ¿cuando?.
No hay mayor miedo para el hombre que alberga dudas, que pregunta, que hace el intento de encontrar su camino,
que saber que alguien posee todas las respuestas y estas respuestas
tras oírlas no sean las esperadas, porque el ser humano vive de esperanzas,
y la palabra "quizás", es tal vez la respuesta mas agradable que podemos ofrecernos,
ante cualquier cuestión que interrumpa nuestro sueño o corroa nuestras conciencias,
por eso tras varias lunas reflexionando te escribo la respuesta a tu pregunta amigo, Javier .
-Conocer el mañana y quedarse sin preguntas, ni elecciones erróneas,
no es sin duda alguna otra absurda manera de apagar la llama de sentirnos libres,
mañana es mañana y la vida se vive hoy, por lo tanto,
los errores no son sino, otra experiencia acumulada que enseña y fortalece,
por eso necesitamos equivocarnos, por eso nos equivocamos y por eso precisamente, seguiremos haciéndolo todos siempre.
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