Cuantas lágrimas habré derramado en este laberinto de amor incontrolable, de amor sufrido, de amor solitario no correspondido.
¿Por qué se niega el corazón a abandonar la senda del dolor y dejarse sumida en el olvido?
Es que acaso tanto es el dolor que nos acostumbramos a convivir con el.
Te vi llegar y calmar mi corazón con tu presencia, escuche tu voz y mi memoria se esforzó por oír aquella melodía que turbaba mi corazón, pero no sonaba igual, habia un dejo de sabor amargo en aquella melodia; no sé porque mi corazón comenzó a quebrarse en mil pedazos, como si fuese de cristal y cayera de golpe al piso, ada mas frágil que mi alma e ese instante.
Te mire a los ojos, comprobé que eras solo la imagen externa de áquel que tanto amé. Eras como una máscara fría que cubria tu cuerpo dentro de tí nada era igual.
Comencé a recorar cada momento, cada sonrisa, cada palabra y no pude mas que llorar por haberte perdido e el laberinto de las cambiantes situaciones de la vida, si, se escapó tu alma de repente y te dejó un coraz´n acorde a tu vida de hoy, simple, monotona y gris. Sin sueños ni amores que avasallen tu cordura.
Tan ausente de miradas cómplices, de pasiones ardientes, de amores embelezados por la dulzura del alma fugaz, adolescente y soñadora. Tan ausente del amor que despertaste en mí.
Estabas frente a mi y no eras aquel que conocí, el tiempo, habia dejado profundas huellas en tu alma, habia marcado a fuego tu mirada con la desolacion de la soledad.
No pude evitar pensar porque. ¿Por qué nos cambia de tal manera el tiempo que olvidamos aquello que habiamos soñado ser?
¿Por qué se niega el corazón a abandonar la senda del dolor y dejarse sumida en el olvido?
Es que acaso tanto es el dolor que nos acostumbramos a convivir con el.
Te vi llegar y calmar mi corazón con tu presencia, escuche tu voz y mi memoria se esforzó por oír aquella melodía que turbaba mi corazón, pero no sonaba igual, habia un dejo de sabor amargo en aquella melodia; no sé porque mi corazón comenzó a quebrarse en mil pedazos, como si fuese de cristal y cayera de golpe al piso, ada mas frágil que mi alma e ese instante.
Te mire a los ojos, comprobé que eras solo la imagen externa de áquel que tanto amé. Eras como una máscara fría que cubria tu cuerpo dentro de tí nada era igual.
Comencé a recorar cada momento, cada sonrisa, cada palabra y no pude mas que llorar por haberte perdido e el laberinto de las cambiantes situaciones de la vida, si, se escapó tu alma de repente y te dejó un coraz´n acorde a tu vida de hoy, simple, monotona y gris. Sin sueños ni amores que avasallen tu cordura.
Tan ausente de miradas cómplices, de pasiones ardientes, de amores embelezados por la dulzura del alma fugaz, adolescente y soñadora. Tan ausente del amor que despertaste en mí.
Estabas frente a mi y no eras aquel que conocí, el tiempo, habia dejado profundas huellas en tu alma, habia marcado a fuego tu mirada con la desolacion de la soledad.
No pude evitar pensar porque. ¿Por qué nos cambia de tal manera el tiempo que olvidamos aquello que habiamos soñado ser?
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