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por No sé tú,
pero yo sigo aquí esperando,
esperando tu sombra,
tu voz entre lo que extraño,
entre lo que nunca amé,
esperando mientras muero.
que tal vez,
que quizás vengas,
vengas a buscar estos besos dormidos
y locos, locos, locos,
tan tuyos y tan míos.
Ay amor,
amor mío,
yo sé que afuera,
hace tanto frío,
que nada cubre esta piel tan escasa,
y el desierto apagado toda señal que me lleve a ti,
y me desespero,
cautiva en mi, me desespero,
pero aún así
estoy,
aquí en algún rincón
estoy,
¿puedes sentirme?
Puedes escuchar esta voz,
que te llama,
entre el gentío
y entre esta misma soledad que me agobia
tanto,
tanto que creo
que ya no quedan lágrimas…
¡Oh por Dios!,
yo,
yo no sé,
si es miedo,
terror,
inquietud,
ansiedad ,
o tal vez el cansancio de caminar tan sola,
tan sin ti,
fuera de ti.
Dios sálvame esta vez,
quiero ese sueño consentido de que llegues,
que me levantas,
de mis ruinas.
Me secado como una rosa rota,
frágil,
tan frágil,
sin ti,
tan frágil
que muero tan rápido,
como el atardecer,
de hoy, de mañana y de ayer.
Silencio,
tan simple es este silencio
y tan cruel.
¡Ay amor ven!
Donde quieras que estés,
donde quieras que te halles,
ven.
Porque,
no sé tú,
pero yo sigo aquí
esperando,
afuera,
tan sola
tan sola sin ti
tan sola sin ti y sin mi,
¿Cuanto más,
me dará este castigo el tiempo?
de haber nacido tan tarde,
y perderte antes de encontrarte…
No sé tú,
pero yo sigo aquí
dime que me sientes,
que mueres por venir…
pero yo sigo aquí esperando,
esperando tu sombra,
tu voz entre lo que extraño,
entre lo que nunca amé,
esperando mientras muero.
que tal vez,
que quizás vengas,
vengas a buscar estos besos dormidos
y locos, locos, locos,
tan tuyos y tan míos.
Ay amor,
amor mío,
yo sé que afuera,
hace tanto frío,
que nada cubre esta piel tan escasa,
y el desierto apagado toda señal que me lleve a ti,
y me desespero,
cautiva en mi, me desespero,
pero aún así
estoy,
aquí en algún rincón
estoy,
¿puedes sentirme?
Puedes escuchar esta voz,
que te llama,
entre el gentío
y entre esta misma soledad que me agobia
tanto,
tanto que creo
que ya no quedan lágrimas…
¡Oh por Dios!,
yo,
yo no sé,
si es miedo,
terror,
inquietud,
ansiedad ,
o tal vez el cansancio de caminar tan sola,
tan sin ti,
fuera de ti.
Dios sálvame esta vez,
quiero ese sueño consentido de que llegues,
que me levantas,
de mis ruinas.
Me secado como una rosa rota,
frágil,
tan frágil,
sin ti,
tan frágil
que muero tan rápido,
como el atardecer,
de hoy, de mañana y de ayer.
Silencio,
tan simple es este silencio
y tan cruel.
¡Ay amor ven!
Donde quieras que estés,
donde quieras que te halles,
ven.
Porque,
no sé tú,
pero yo sigo aquí
esperando,
afuera,
tan sola
tan sola sin ti
tan sola sin ti y sin mi,
¿Cuanto más,
me dará este castigo el tiempo?
de haber nacido tan tarde,
y perderte antes de encontrarte…
No sé tú,
pero yo sigo aquí
dime que me sientes,
que mueres por venir…
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