Roberto se quedo mirando en silencio a su inesperado visitante. A los pocos segundos el tumbado chico enfocó la vista en él
Y una voz algo aguda se escuchó
-CUIP:…¿Por qué me golpeas?...¡Eres salvaje y tosco!-Al oír, Roberto se sintió extrañamente tranquilo. Pese a lo evidentemente sobrenatural de todo aquello, e ignorando ese llamado intrínseco del cerebelo de desconfiar frente a lo nuevo, se quedó pegado observando a ese chico de ojos celestes vestido tan estrambóticamente
Y finalmente, cuando el silencio se hizo insostenible, respondió
-ROBERTO: ¿Quién diablos eres tú?-Algo más recompuesto del golpe que le diera en plena nariz el desconocido y lentamente, al percatándose del parcial grado de desconfianza y alta belicosidad del humano, se levantó: Sonriendo lo más amistoso que pudo
-CUIP: ¡Con razón a tu civilización la mantienen en cuarentena: Mira que modales los tuyos!...¿Te parezco un monstruo?
-ROBERTO:…¡¡Te hice una pregunta: Si no respondes te doy con una piedra en la cabeza..!!
-CUIP: ¡De acuerdo, de acuerdo!....Además tienes razón: Es de muy mala educación no presentarse…¡ Y te cuento que fui al mejor internado en la galaxia de Antares!
Mi nombre es Cuiptamaka. Soy un kifonipatigako, y vengo de visita a tu planeta. ¡Vengo en paz, claro!
-ROBERTO: ¿Eres un quéee?
-CUIP: Así como tú eres “Terrícola”, o sea, “de la Tierra”, yo soy del planeta “kifonipatigak”
No me preguntes quien le puso ese nombre tan raro…Pero así entre los dos, al autor de esta historia le faltan varios tornillos
-ROBERTO: Si, eso es obvio...¡Pero no me cambies el tema!...¿Qué estás haciendo aquí?
-CUIP:…Quizás ahora deberías presentarte…¿no lo crees?-Los ojos del E.T. se clavaban en Roberto. Al sentir esa mirada pudo experimentar que una invisible energía le recorría de pies a cabeza. Sentía que era estudiado someramente, Pero se dejó hacer. Y también hizo lo propio y repasó con la vista a su interlocutor: Diecinueve o veinte años aprox., cabello blanco y sedoso que le caía hasta más abajo de los hombros, nariz recta, boca pequeña, y esos ojos grandes y alargados como una antigua estatua Egipcia. De hecho, su rostro se asemejaba mucho a la máscara mortuoria de Tutankamón.
-ROBERTO:..Mi nombre es Roberto, Roberto Rosales. Bueno, soy Humano
-CUIP: ¡Eso se notó de inmediato: Me diste un golpe tremendo y sin ningún motivo!
-ROBERTO…¡Y que querías, si me asustaste!
-CUIP:..¿Cómo podía saber que tus ojos son tan débiles, y que no ven nada de nada!
-ROBERTO: ¡Puede que tú tengas ojos de Marciano, pero yo soy normal: Y nosotros no vemos ni madre en esta oscuridad!
-CUIP: ¿Marciano yo?......¡Los Marcianos se extinguieron por estúpidos: Le declararon la guerra a quince civilizaciones a la vez..! Eso, está en todos los registros históricos espaciales
si vas a compararme con algo, que por favor sea un poco más elevado
-ROBERTO: ¡Da lo mismo si eres Marciano, Jupiteriano o Kifonosecuanto: Sigues siendo un extraterrestre… Y todavía no sé a qué has venido!
-CUIP: Si te informo que las dos razas inteligentes de Júpiter se extinguieron peleando entre ellas, y que por eso en su planeta está la mancha roja, creo que no te va a importar. Así que paso a responder tu pregunta: He venido hasta tu hermoso mundo lleno de contaminación ambiental, sobre poblado, y casi sin agua dulce, pues el pulso meta cuántico del convector de plasma iónico de mi nave se interrumpió al terminarse la reserva de Andrilita
-ROBERTO:…O sea, te quedaste sin gasolina…¡eso, acá en la tierra, se llama “la pana del tonto”!..¡ja,ja,ja,ja!
-CUIP:…¡Eso es lo más llamativo en los seres humanos: Su evolucionada y refinada simpatía!
Y una voz algo aguda se escuchó
-CUIP:…¿Por qué me golpeas?...¡Eres salvaje y tosco!-Al oír, Roberto se sintió extrañamente tranquilo. Pese a lo evidentemente sobrenatural de todo aquello, e ignorando ese llamado intrínseco del cerebelo de desconfiar frente a lo nuevo, se quedó pegado observando a ese chico de ojos celestes vestido tan estrambóticamente
Y finalmente, cuando el silencio se hizo insostenible, respondió
-ROBERTO: ¿Quién diablos eres tú?-Algo más recompuesto del golpe que le diera en plena nariz el desconocido y lentamente, al percatándose del parcial grado de desconfianza y alta belicosidad del humano, se levantó: Sonriendo lo más amistoso que pudo
-CUIP: ¡Con razón a tu civilización la mantienen en cuarentena: Mira que modales los tuyos!...¿Te parezco un monstruo?
-ROBERTO:…¡¡Te hice una pregunta: Si no respondes te doy con una piedra en la cabeza..!!
-CUIP: ¡De acuerdo, de acuerdo!....Además tienes razón: Es de muy mala educación no presentarse…¡ Y te cuento que fui al mejor internado en la galaxia de Antares!
Mi nombre es Cuiptamaka. Soy un kifonipatigako, y vengo de visita a tu planeta. ¡Vengo en paz, claro!
-ROBERTO: ¿Eres un quéee?
-CUIP: Así como tú eres “Terrícola”, o sea, “de la Tierra”, yo soy del planeta “kifonipatigak”
No me preguntes quien le puso ese nombre tan raro…Pero así entre los dos, al autor de esta historia le faltan varios tornillos
-ROBERTO: Si, eso es obvio...¡Pero no me cambies el tema!...¿Qué estás haciendo aquí?
-CUIP:…Quizás ahora deberías presentarte…¿no lo crees?-Los ojos del E.T. se clavaban en Roberto. Al sentir esa mirada pudo experimentar que una invisible energía le recorría de pies a cabeza. Sentía que era estudiado someramente, Pero se dejó hacer. Y también hizo lo propio y repasó con la vista a su interlocutor: Diecinueve o veinte años aprox., cabello blanco y sedoso que le caía hasta más abajo de los hombros, nariz recta, boca pequeña, y esos ojos grandes y alargados como una antigua estatua Egipcia. De hecho, su rostro se asemejaba mucho a la máscara mortuoria de Tutankamón.
-ROBERTO:..Mi nombre es Roberto, Roberto Rosales. Bueno, soy Humano
-CUIP: ¡Eso se notó de inmediato: Me diste un golpe tremendo y sin ningún motivo!
-ROBERTO…¡Y que querías, si me asustaste!
-CUIP:..¿Cómo podía saber que tus ojos son tan débiles, y que no ven nada de nada!
-ROBERTO: ¡Puede que tú tengas ojos de Marciano, pero yo soy normal: Y nosotros no vemos ni madre en esta oscuridad!
-CUIP: ¿Marciano yo?......¡Los Marcianos se extinguieron por estúpidos: Le declararon la guerra a quince civilizaciones a la vez..! Eso, está en todos los registros históricos espaciales
si vas a compararme con algo, que por favor sea un poco más elevado
-ROBERTO: ¡Da lo mismo si eres Marciano, Jupiteriano o Kifonosecuanto: Sigues siendo un extraterrestre… Y todavía no sé a qué has venido!
-CUIP: Si te informo que las dos razas inteligentes de Júpiter se extinguieron peleando entre ellas, y que por eso en su planeta está la mancha roja, creo que no te va a importar. Así que paso a responder tu pregunta: He venido hasta tu hermoso mundo lleno de contaminación ambiental, sobre poblado, y casi sin agua dulce, pues el pulso meta cuántico del convector de plasma iónico de mi nave se interrumpió al terminarse la reserva de Andrilita
-ROBERTO:…O sea, te quedaste sin gasolina…¡eso, acá en la tierra, se llama “la pana del tonto”!..¡ja,ja,ja,ja!
-CUIP:…¡Eso es lo más llamativo en los seres humanos: Su evolucionada y refinada simpatía!
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