Violines en la Niebla

Llueve,
detrás de los cristales un cielo plomizo,
junto vivimos la tarde,
horas de fulgor.

La alegría entera irradia
del mundo corto y ardiente del lecho,
al lado la luz tenue de una lámpara,
en una esquina del lugar brilla la música.

Una oleada de calor excita nuestros cuerpos,
entonces gestos satisfechos,
la sonrisa, miramos la paz,
en los rostros la dulzura.

La humedad viene de las paredes de la casa,
no sé si continúa hostil conmigo,
veo un indicio de ello en el sueño en
que se encierra profundamente.

El cielo plomizo ayuda
a aumentar la sensación inquietante,
los violines en la niebla
saludan al sol que muere,
suena la canción lúgubre del mar.

que lujo leerte...

HERMOSO LUIS,
que bello escribes.

claudia zarate escribió:HERMOSO LUIS,
que bello escribes.

Bueno, gracias querida mía.

vaya melodia cadente... hermosos tus versos amigo Luis!

Hermoso poema, como la culmine de las emociones y complicidades entre dos, que forja su melodia, y el termino de la partida y el volver a sentir la soledad, entre habitaciones y no desear que aquel ser vuelva a partir de nuestros aposentos.

Hermoso en realidad.

Lorena Perez escribió:vaya melodia cadente... hermosos tus versos amigo Luis!

Honor que me haces