Oración

Oración

En el nombre del Padre,
del Hijo,
y del Espíritu Santo,
amén.

Vuelvo mis ojos a ti, Padre, para contarte un poco y rezarte,
para acompañarte y ser llama en la llama tuya, sueño en tu desvelo,
luz en tu luz, amor del amor.
Me sumerjo en Ti, y como a través de un río, me dejo llevar, un río de vida
de amor, de Paz, de riqueza: en él llevo mis plegarias a ti, los cristales de la nieve
en las hojas tan prístinas y verdes, el eco de los cerros, la sombra y el oro de tu cabello, el resguardo de miel de las abejas, trabajadoras, cinéticas, durmientes, libando su dulzura, que brilla en conjunción con tus palabras, aún más dulces,
consolando la llama de los ríos, que reflejan la luna...

Vuelvo mis ojos a ti, Padre, no estoy solo contigo esta noche, te rezo para que todos juntos seamos amor del amor, luz de tu luz, y aprendamos a renacer a la Vida, en tu Nombre. Dentro de tus ojos hay luz ¿Cómo es posible? Pero hay.
Dentro de éste mundo pusiste el Milagro, ¿Cómo es posible? Pero hay.
Hoy te pido que las estrellas den luz y milagros incontables (como son ellas) a la Tierra, que la Tierra sea fusión de tu Palabra, de Milagros infinitos, ya todo es posible mejorar, en un Milagro de amor a los seres humanos y todas tus criaturas…
Más de millones de cosas ya existen, Milagros la Tierra cede y el hombre día a día
buscamos el amor, y damos amor, y los milagros de la ciencia son enormes…

Pero aún quedan personas para ayudar, para dignificar, para Amar.
Necesitamos que tu corazón lata por nosotros, porque al nuestro, a veces le cuesta,
a veces nos es prioritario otras cosas que el amor, y no nos damos cuenta.
Necesitamos tu amor, Señor. El fuego que arde en tu corazón. La Luz y el Gozo del Espíritu Santo dentro de nuestro corazón, espíritus y cuerpos, nuestra mente… Más allá de todo, Oh más allá de todo…
Sinceramente te abro mi corazón para que en él entres, y me llenes de tu gozo, nos llenes de tu gozo, profundamente rendidos a ti, en una humildad que quiera ser más grande que la tuya, recibirte con sed, para beber de tu luz, de tu agua, de tu amor inmaculado y abrazarte, lejos de todo dolor, y en constante esperanza, rendidos a ti, Oh Señor! Bálsamo de nuestra alma, y suspiro y perfume de tu oleaje de amor infinito por cada uno de nosotros, transforma el dolor en amor, la sed en esperanza, el fuego de tu amor, la lluvia hermosa que esperamos en Verano! La blancura de la nieve: Protégenos, protégenos, Oh, Señor! Necesitamos ser agua en tus aguas,
necesitamos ser oxígeno en tu aire Divino, necesitamos ser ojos en tus ojos,
las manos de tus manos, el trigo de tu pan, los campos de tu Reino, los pasos de tus pasos, abrir el corazón a tu mirada, ser la sombra de tus párpados, y ser la Dignidad de los pobres, tu bienestar en ellos, todos juntos cambiar: la Necesidad, brinda más que la riqueza, abramos nuestras puertas al amor, por siempre enamorados del amor
y de Cristo, de la Paz… Que sintamos Señor, el profundo consuelo, el profundo Gozo del Amor de Cristo en nuestro corazón y en nuestro espíritu!

Amén.

En el nombre del Padre,
del Hijo,
y del Espíritu Santo,
Amén.