MI DICHA Y MI TRISEZA

Mi dicha es también mi tristeza
mi alegría es, mi gran dolor.
Las lágrimas se encadenan
una a una, a tu sonrisa.
Lejos de ti, muero lentamente.
Es mi dicha amarte
y también es, mi condena.
Son tus palabras en mi
un dulce vaso de vino
con el que me dejo embriagar.
Ellas, esclavizan mi alma
como capullo de seda
tu boca me sabe envolver.
Tu voz, invade mi ser
despierta la loba dormida
le da vigor a este corazón.
A mis pies cae, suave
un camisón de seda
junto a el, mi voluntad.
me levantas en tus brazos
haces que me sienta mujer.
Dejo de ser yo misma
me pierdo en tu desnudez.
Mi alma gime como fiera
clama tu sangre, sobre mí.
Y la bebo, dulcemente
sabiendo que es, mi veneno.
Tu amor es, dulce tortura
me destierro en pos de ti,
anidas dentro de mi alma
una y otra vez..
Ciega desfallezco
tu pasión me ha hecho perder
aún así, ansío que vuelvas
y en mis cumbres blancas
te dejes vencer.

EL AMOR DUELE DELICIOSAMENTE
Y CUANDO LLEGA NO HAY FORMA DE EVITARLO....

SUPER SALUDOS CLAUDIA..........

hermoso...sublime... delicioso tu poema!

Que poema tan sensual nena Clau... la feminidad es algo que me gusta de tus letras, bien llevadas.
¡Saludos!