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por darkdubito Vie Jul 16, 2010 12:21 amSegunda parte.
Prosiguiendo ésta narración desarrollaré la vida de los individuos como yo.
Al producirse el ocaso, diariamente, se da inicio a las actividades de los demonios. Son muchas, y de muy diversa etiología.
Pero detengámonos en los tipos de demonios existentes…
Los hay guerreros: Aquéllos individuos que poseen la mayor fuerza física. Son torpes, muy insubordinados y precariamente inteligentes. Los demonios guerreros son los que enfrentan a los ángeles en la eterna lucha –pérdida de tiempo- entre el bien y el mal. Y resalto como una idea aparte lo de “pérdida de tiempo”, pues según va deambulando el tiempo en su continuo periplo dichos conceptos van cambiando.
He tenido la oportunidad de conversar con un humano en el infierno: Un tipo de apellido Torquemada*. Y luego de interminables y lacónicas charlas sobre lo correcto e incorrecto queda manifiestamente claro que los seres humanos siempre han tendido a los mismos principios: El hedonismo, la ambición y la violencia, sin dejar de mencionar la siempre bien ponderada lujuria.
Claro que yo no soy un pensador ni un filósofo, solo un demonio categoría uno.
Siguiendo con la clasificación de mis “hermanos” cabe mencionar en segundo puesto a los “Demonios agentes”.
Los “D.A”, como les decimos, son aquéllas criaturas oscuras que tienen por trabajo disputar las almas difíciles, aquellas que tienden a inclinarse atípicamente por la fe en Dios. Ellos, los D.A., luchan palmo a palmo con los Ángeles de la guarda. Sus armas son la astucia, la seducción y la prestidigitación mental en los humanos. Su vida útil es corta pues los ángeles de la guarda son muy custodiados por querubines y otras criaturas celestiales.
Dios, cuándo juega a los dados, hace trampa ciertamente…
* Tomás de Torquemada O.P. (Valladolid, 1420 – Ávila, 16 de septiembre de 1498) inquisidor general de Castilla y Aragón en el siglo XV
Prosiguiendo ésta narración desarrollaré la vida de los individuos como yo.
Al producirse el ocaso, diariamente, se da inicio a las actividades de los demonios. Son muchas, y de muy diversa etiología.
Pero detengámonos en los tipos de demonios existentes…
Los hay guerreros: Aquéllos individuos que poseen la mayor fuerza física. Son torpes, muy insubordinados y precariamente inteligentes. Los demonios guerreros son los que enfrentan a los ángeles en la eterna lucha –pérdida de tiempo- entre el bien y el mal. Y resalto como una idea aparte lo de “pérdida de tiempo”, pues según va deambulando el tiempo en su continuo periplo dichos conceptos van cambiando.
He tenido la oportunidad de conversar con un humano en el infierno: Un tipo de apellido Torquemada*. Y luego de interminables y lacónicas charlas sobre lo correcto e incorrecto queda manifiestamente claro que los seres humanos siempre han tendido a los mismos principios: El hedonismo, la ambición y la violencia, sin dejar de mencionar la siempre bien ponderada lujuria.
Claro que yo no soy un pensador ni un filósofo, solo un demonio categoría uno.
Siguiendo con la clasificación de mis “hermanos” cabe mencionar en segundo puesto a los “Demonios agentes”.
Los “D.A”, como les decimos, son aquéllas criaturas oscuras que tienen por trabajo disputar las almas difíciles, aquellas que tienden a inclinarse atípicamente por la fe en Dios. Ellos, los D.A., luchan palmo a palmo con los Ángeles de la guarda. Sus armas son la astucia, la seducción y la prestidigitación mental en los humanos. Su vida útil es corta pues los ángeles de la guarda son muy custodiados por querubines y otras criaturas celestiales.
Dios, cuándo juega a los dados, hace trampa ciertamente…
* Tomás de Torquemada O.P. (Valladolid, 1420 – Ávila, 16 de septiembre de 1498) inquisidor general de Castilla y Aragón en el siglo XV
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