CARTA AL ADIOS:
Su mirada se perdía por la ventana hacia afuera; la noche estaba oscura y helada pero eso no le importaba se sentía viejo, su barba entre negra y blanca, el pelo algo largo despeinado, sus ojos triste y hundidos, fijos en esa imagen, esa efigie; una bailarina clásica danzaba sobre charcos de agua y barro su figura parecía flotar sobre el aire mientras giraba con gran armonía.
-¿viejo estas bien?
-¿qué?- El viejo escuchó la voz lejos muy lejos.
-si estoy bien - volvió su mirada hacia afuera pero la bailarina ya no estaba. Las sombras de la luna brotaban más oscuras.
Se acerco al teléfono y se pregunto si alguien contestaría, escucho el sonido triste llamando al otro lado de la línea
-Hola- La voz de su hijo le llego cansada
-Hola Daniel soy yo te llamaba para ver si…
-Papá ya lo hablamos – Le respondió Daniel, ásperamente sin dejar que el viejo continuara.
- No podes venir a vivir con nosotros, Norma tiene que reposar, el bebé va a nacer en un mes y medio más; no podemos ahora estar pendientes de vos también…
- Lo sé hijo es que me siento solo y hace más de un mes que no los veo. Y Ale como se porta, me gustaría mucho verlo…
- Mira viejo, Ale esta celoso y se lo pasa haciendo cagadas.
- Hijo solo tiene cuatro añitos, me acuerdo cuando vos tenías esa edad.
- sí, sí, mira papá cuando pueda vamos ok… ahora tengo que colgar un beso chau.
- Para hijo, hijo estas hay… Otra vez el sonido triste lo envolvió, Daniel había colgado y el viejo se encontró solo.
-Y viejo ves al pedo llamas ya no te quieren no servís mas.
-¡Cállate! Eso no es verdad, mi hijo me quiere lo que pasa es que tiene mucho trabajo, y con Norma embarazada...
-ja ja ja y por eso no te pueden venir a ver, desde hace un mes que no vienen desde que murió tú mujer.
-Cállate Carlos… Sandra murió hace cinco meses y no fue culpa mía… La voz del viejo se quebró y no pudo continuar.
El viejo se fue a la habitación y volvió rápidamente con una botella de whisky, que en diez minutos estaba por la mitad, tristemente movía su cabeza al compas de la sinfonía inacabada de Schubert; mientras una llovizna comenzaba a gemir; sobre la pared el reloj continuaba su vida.
-Papá ya lo hablamos… Las botellas se fueron acumulando mientras la sinfonía de Schubert se repetía una y otra vez, sin encontrar un final.
No podes venirte a vivir con nosotros…afuera la noche densa y oscura seguía llorando con más fuerza, mientras algo oculto se gestaba lentamente.
-Hola amor soy yo Sandra…
El viejo miro confundido en una mescla lejana de suplica y esperanzas.
-Sandra realmente sos vos, creí que estabas muerta.
-vine a buscarte…
-a buscarme, ¿a dónde vamos?
-lejos.
-no. vos te fuiste Sandra hace cinco meses que…
-dale viejo acá nadie te quiere; veni con Sandra y con migo.
-cállate, vos no sos real, nada es real. ¡Porque Dios no!...
-soy yo amor, soy tu Sandra te acordas. Vine a buscarte.
-¿tengo que ir?… ¿y Daniel? Que va a pasar con él.
-va a estar bien; no te preocupes.
El viejo camino perdido hasta el baño, un viejo cable colgaba de su mano; ¡Porque Dios no!... el reloj marcaba las tres de la madrugada y seguía su camino, cuatro botellas se desparramaban entre las sombras de la casa, afuera un perro lloraba mientras el viento arreciaba y la tormenta se volvía mas y mas espesa.
¿A dónde vamos? -lejos.
Un rallo destello en su caída, y en su resplandor se vislumbro una figura meciéndose colgada, al compas lento de la sinfonía inacabada de Schubert una y otra y otra vez.
MJ
Su mirada se perdía por la ventana hacia afuera; la noche estaba oscura y helada pero eso no le importaba se sentía viejo, su barba entre negra y blanca, el pelo algo largo despeinado, sus ojos triste y hundidos, fijos en esa imagen, esa efigie; una bailarina clásica danzaba sobre charcos de agua y barro su figura parecía flotar sobre el aire mientras giraba con gran armonía.
-¿viejo estas bien?
-¿qué?- El viejo escuchó la voz lejos muy lejos.
-si estoy bien - volvió su mirada hacia afuera pero la bailarina ya no estaba. Las sombras de la luna brotaban más oscuras.
Se acerco al teléfono y se pregunto si alguien contestaría, escucho el sonido triste llamando al otro lado de la línea
-Hola- La voz de su hijo le llego cansada
-Hola Daniel soy yo te llamaba para ver si…
-Papá ya lo hablamos – Le respondió Daniel, ásperamente sin dejar que el viejo continuara.
- No podes venir a vivir con nosotros, Norma tiene que reposar, el bebé va a nacer en un mes y medio más; no podemos ahora estar pendientes de vos también…
- Lo sé hijo es que me siento solo y hace más de un mes que no los veo. Y Ale como se porta, me gustaría mucho verlo…
- Mira viejo, Ale esta celoso y se lo pasa haciendo cagadas.
- Hijo solo tiene cuatro añitos, me acuerdo cuando vos tenías esa edad.
- sí, sí, mira papá cuando pueda vamos ok… ahora tengo que colgar un beso chau.
- Para hijo, hijo estas hay… Otra vez el sonido triste lo envolvió, Daniel había colgado y el viejo se encontró solo.
-Y viejo ves al pedo llamas ya no te quieren no servís mas.
-¡Cállate! Eso no es verdad, mi hijo me quiere lo que pasa es que tiene mucho trabajo, y con Norma embarazada...
-ja ja ja y por eso no te pueden venir a ver, desde hace un mes que no vienen desde que murió tú mujer.
-Cállate Carlos… Sandra murió hace cinco meses y no fue culpa mía… La voz del viejo se quebró y no pudo continuar.
El viejo se fue a la habitación y volvió rápidamente con una botella de whisky, que en diez minutos estaba por la mitad, tristemente movía su cabeza al compas de la sinfonía inacabada de Schubert; mientras una llovizna comenzaba a gemir; sobre la pared el reloj continuaba su vida.
-Papá ya lo hablamos… Las botellas se fueron acumulando mientras la sinfonía de Schubert se repetía una y otra vez, sin encontrar un final.
No podes venirte a vivir con nosotros…afuera la noche densa y oscura seguía llorando con más fuerza, mientras algo oculto se gestaba lentamente.
-Hola amor soy yo Sandra…
El viejo miro confundido en una mescla lejana de suplica y esperanzas.
-Sandra realmente sos vos, creí que estabas muerta.
-vine a buscarte…
-a buscarme, ¿a dónde vamos?
-lejos.
-no. vos te fuiste Sandra hace cinco meses que…
-dale viejo acá nadie te quiere; veni con Sandra y con migo.
-cállate, vos no sos real, nada es real. ¡Porque Dios no!...
-soy yo amor, soy tu Sandra te acordas. Vine a buscarte.
-¿tengo que ir?… ¿y Daniel? Que va a pasar con él.
-va a estar bien; no te preocupes.
El viejo camino perdido hasta el baño, un viejo cable colgaba de su mano; ¡Porque Dios no!... el reloj marcaba las tres de la madrugada y seguía su camino, cuatro botellas se desparramaban entre las sombras de la casa, afuera un perro lloraba mientras el viento arreciaba y la tormenta se volvía mas y mas espesa.
¿A dónde vamos? -lejos.
Un rallo destello en su caída, y en su resplandor se vislumbro una figura meciéndose colgada, al compas lento de la sinfonía inacabada de Schubert una y otra y otra vez.
MJ
Miér Mar 13, 2024 10:17 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer
Miér Mar 13, 2024 9:23 pm por caminandobajolalluvia
» AMOR DE AMAR
Miér Mar 13, 2024 9:08 pm por caminandobajolalluvia
» REGOCIJO DEL DAR
Miér Mar 13, 2024 8:51 pm por caminandobajolalluvia
» Cristal de tu belleza...
Miér Mar 13, 2024 12:24 pm por caminandobajolalluvia
» Tibieza en tus labios...
Miér Mar 13, 2024 12:22 pm por caminandobajolalluvia
» Descubro en tus ojos la morada...
Miér Mar 13, 2024 12:21 pm por caminandobajolalluvia
» El arte que descubro de tus ojos...
Mar Mar 05, 2024 4:23 am por caminandobajolalluvia
» OJOS DE MEDIANOCHE
Lun Mar 04, 2024 7:38 pm por caminandobajolalluvia