En sus cartas...

Él sabía que a ella la encanta la poesía y la recitó unos versos de Mario Benedetti, de Pedro Bonifacio Palacios, y, también la cantó alguna hermosa y poética canción; su trato frágil para ella era especial.

Ella le dijo que la espera a veces envenena
que siempre vuelve la vida al más allá,
y preguntó con desesperación:
¿Qué es la vida juntos?
¿La dolencia y la más suprema felicidad?
Dijo que los cánticos están a la espera,
y que cuando sean cantados
probablemente puedan juntos vivir en paz
como entes subnormales que son.
Y reveló, que ella, como el recuerdo perdido de la vida
de la mortalidad hecha muerte
(pequeña muerte, como él la suele llamar);
y él, como el fantasma de sus aposentos
(como ella lo suele llamar);
que será su secuaz... ¡¿En una lucha?!
Sí, dijo que en su lucha contra las mentes adheridas
viciosas y llenas de tragedia y de más vicios,
de esos que maltratan las sonrisas
de las almas hechas terror,
y que sólo ahí sentirán las ansias de la vida pétrea,
y por fin, serán almas en pena en pleno gozo cabal.
Ella insistió en que ese momento llegará,
que les martillará la locura en sus sienes
que los desbordará de emoción, sí,
y que por fin podrán materializar todos sus diálogos
normales o supranormales, que de ella, y de él,
son intrínsecos al corazón.
Ella dice que reconoció la canción
y que la última conversación telefónica los "ponchó"
y que como el surrealismo en ellos se manifestó
no sabía ella si estaban envenenados del alma,
pero que mutaron en la despedida
porque asegura que ayer nunca volverá;
pero que sí podrán inmortalizar en sus recuerdos
las vivencias y los sentimientos para mañana,
su próximo encuentro.
Además añadió que lo quería;
Y al final "Pequeña Muerte" adjuntó.

Él dijo que ya la caliente muerte lo espera
sin prisa ni quebranto; y que ni un lamento
ni un llanto despiden su vida...
Que presa de la melancolía grita el alma,
clama en el momento de la partida.
Que ya nada importa,
que ni siquiera la palabra que lo nombra,
que ahora es su anatema.
Dice que se cumplirá la sentencia de la muerte
y entre paréntesis añadió (sabia regente de ley)
tiene destinada para él.
Errar perpetuamente a su lado,
nómada entre las almas.
La unión divina,
el sello que su hermano Destino trazó para ella,
para él.
Dijo que sólo el eterno sabe el momento
en el que se consumirá la fusión;
y que aún con todos sus conocimientos
muerte-espectro; seguirán caminos separados
sabiendo que en éste plano sólo les queda un encuentro,
y que luego de ésto, desaparecerán.
Y que mientras, a la espectativa,
la divina providencia es caprichosa
y que tal vez juegue con ellos un poco más;
añadiendo al final, "el fantasma...",
y no hubo más.

Y cómo les dolió. Él se quedó cantando Out on the Weekend y ella Heart of Gold, ambas de Neil Young.

Siniestra Nostram.

ES ACASO UNA DESPEDIDA DE DOS?

Más que una despedida es una gran espera. El reloj como grillete y las agujas como rejas, que no dejan ser. Que acaban poco a poco el sueño y el estado de sopor que los ha animado por tanto tiempo. Porque la realidad es otra; y, pese a que ellos tienen plena disposición, Saturno no lo quiere así... Y sigue transcurriendo el tiempo, y no sucede nada. ¡¿Quién puede luchar en contra de la voluntad de Saturno?! Creo que nadie, y jamás.

¡Gracias por leerme, y por tu comentario, Reyna!
Recibe un gran abrazo,
Siniestra.

[b]Querida Siniestra; he pasado por estos foros y al ver tu nombre no he podido pasar de largo sin leer tu relato. Desde el principio quedé atrapado por él, y con la intención de llegar al fondo, me fui adentrando por el intrincado laberinto de sus letras, y ahora estoy como Teseo en el laberinto de Creta; o sea, perdido. De modo que, ahora te toca a ti hacer de Arihana y echarme tu ovillo de lana para sacarme de aquí, antes que me descubra el Minotauro. Esto me pasa por ser tan curioso y no saber como resistirme a la atracción que ejercen sobre mí tus letras... Así que, date prisa en venir a socorrerme o de lo contrario aquí acabará sus días el querido Neptuno de tus mares. SOCORROOOOOOOO. Abrazos.

Querido Neptuno de mis mares; es una gran pena que hayas pedido socorro de mí, y yo no haya estado aquí, para ti. Péeeero, heme aquí; en mi regreso. Decirte que la única vía que tengo ahora para ayudarte es entregándote la espada mágica, (¿te servirá una Bushido Blood Katana?); el ovillo de hilo hilado (mis audaces palabras entrelazadas) y... Una corona luminosa, (¿lo poco que quedan de mi abstraccionismo lírico?). Como la dije a Reyna Galáctica, éste escrito sin duda alguna es una gran espera. Una espera complicada y sólo de dos; (el círculo en éste caso se selló). Espera que no ha de poder materializarse porque sencillamente Saturno no lo quiere así. Saturno... Mi planeta de la unión. Un poco volátiles las letras de éste microrelato (letras de un duo); un corazón abierto pudiera entenderlas, también un psicodélico momento de yo con "yos"; ésta vez con mi Yo y con el otro; porque la verdad es: Éste microrelato sí existió. Y sus dos interlocutores sí viven (¿viven? Risas). Y ésta conversación, así, tal cual está plasmada, sí se consumó. Un poco de ilusionismo, ¿de dos personas subnormales, qué ha de esperarse? Creo que lo menos que queda es esperar alguna categoría de letras como ésta; y ninguna como otra.
La vida quema, querido Neptuno. Y yo ya me considero parte de los "quemados"; alguna vez me llamaron "Pequeña Muerte", y así me quedé in perpetuum --al menos para él--.

Recibe un gran abrazo, y sálvame tú, si es que no es demasiado tarde. Yo soy tu Valle-Inclán y tú... Tú eres mi Rubén Darío.

[b]MMMM... Reloj grillete, agujas rejas... Un Él que existe, aunque sea subnormal... Una pequeña muerte consentida... Un círculo sellado y quizá vicioso... Un Saturno empecinado en no permitir la separación... Bueno, amiga Siniestra; aunque intuyo el trasfondo de tu relato, tengo la impresión de estar ante un cuadro de Dalí; y eso es lo que precisamente me fascina de tu escritura. Seguiremos en la onda, siendo lo que tú quieras que seamos. Abrazos.

Para mí es un honor y una gran alegría que hagas alusión a alguien tan grande para mí en la pintura... (Bellas Artes on roads). ¡Porque me encantan las obras de ese gran hombre!
Gracias por tus comentarios, queridísimo Neptuno de mis mares, púrpuras*. *Para seguir el eje.
Beso y abrazo.