Muerte dulce, ansiada vida.

Ja, ja. Sí, eso entendí, pero sabes que me pica un poco la sien... Y por eso me atrevo a preguntar. Figurarás tú como mi Greta, queridísimo Neptuno, pues, veo que eres el único que se atreve a esperar mi última metamorfosis, sin ánimos de catalogarla, sino mas bien, con ansias de conocerla. (Aunque luego te hartes en el intento). Me encanta ese gran Señor. Lo he definido como la expresión de aquel reprimido que después de muerto se hizo vivo.
Simplemente magnífico. Vida "dura", en mí similar.

Abrazos, mi queridísimo Neptuno.
Siniestra.

[b]Es obvio, amiga mía; se trata de Kafka. Y aquí me aplico el refrán: "Que donde las dan las toman; que si patatin, que si patatan" ja, ja, ja. Abrazos, Siniestra.

Gracias por tus palabras, queridísimo Neptuno de mis mares. Esa última metamorfosis es la que he esperado en el tiempo atrás. El que está escondido. Me gustaron tus palabras. Aún así, y quisiera me perdonaras de antemano... Una preguntica, ¿Kafka o Kaska?
Recibe un cálido abrazo,
Siniestra.

[b]Buen poema amiga Siniestra. Te veo en él como a una criatura que ha pasado sus estado larval y ahora convertida en crisálida prepara su última metamorfosis. Veremos pues, que sucederá.
Kaska u Ovideo. Abrazos.

¡Ay, qué linda prosa, Poeta del Inferno! ¡Sí! Esa copa que todos los días me acompaña y hace menos amarga mi desdicha. Esa copa que producirá en cualquier momento una muerte dulce... Mi muerte dulce.
¡Gracias por pasar y por tu comentario!
Recibe un gran abrazo,

Siniestra.

ah! vienen y van las letras de la noche que gimen con una solemne oracion suplicando llenar esa copa y enbriagarsee con mis propias lagrimas...

Saludos Cordiales

Gracias, Marcos. El abrazo fue bien recibido, y el brindis que sea porque nunca te salpiquen mis lágrimas (que siempre andan adheridas a mis versos).
¡Un abrazo!

Siniestra.

vengo leyendote y cada ves me siento mas atrapado en esa que es tu realidad........ un abraso y brindo por ti....

Cada noche juego con las nubes
luego del residuo del fantástico ocaso
en el fracaso inoportuno de mis vasos
el insomnio gira a noches de embriago.

Perdida en los días pérfidos quedo
atemorizada del vértigo buhedo
que me quema las arrugas
cuando sutilmente las desenredo.

El llanto corporal queda al pedo
desviado en éstos vasos
que me inyectan gloria por día
aunada desprovista y lista
en mi torpedo escaso.

Embriagaré mis sueños ansiados
de vino, cerveza y centeno
ardientes mis pesares confesados
en estetores crepitantes gracias a mi esmero.

Gélidas noches me encaminan
a la esfera de los irreparables
a la isla de las cárcavas finas
cínica tragedia calurosa y potable
de mi esperada muerte dulce
ahogada en mis melancólicos vasos
ansiosos de comenzar lo que es la verdad,
pero esta vez sin mentiras
y con suma veracidad.

Foso común de arpías perdidas
por robarme las noches
y convertirlas en indignos días
pasaré de la muerte a la vida
profunda alegría y sabia vía
de mi libertad, hecha realidad
de mi ansiada felicidad.

Algún día seré libre de verdad.
Siniestra Nostram.