IV: Del frío.

Caminar hasta allá adonde quiero llegar
las mallas gruesas por si algún bicho me quiere picar,
tienes que saber cuidarte, decía mi mamá.

Pienso que ando y trasciendo andando,
aunque sea una irrealidad
pero sigo, me da igual,
y llego a destino... a tu portal.
De lejos te observo y deliro
pensando en todos los momentos
que me debo contigo
que quiero, deseo y sueño,
todos los días en los que llego a ti con frío
con poco abrigo y a pies descalzos
(porque las botas se rompieron en el camino)
para que me acobijes con tus brazos
y me dejes ausente del frío
que duele y se transforma en petardo
cuando ya no estoy contigo.

Así me paso los días
sea o no realidad
eso me basta y alcanza
para seguir buscando el refugio
de tu piel, de tus brazos,
... Así sea ficción,
me da igual.

HOLA bella amiga, hoy nade en la calma de tus letras, como si me arrullara un váiven de olas calidas y descalsas,dejando las huellas en un alma fria... me encanto, es más lo releí varias veces... por que yo tambien pienso que traciendo andando,aun cuando todos digan que no es verdad.. que sabias palabras dejastes hoy, un placer enorme encontrame con este poema.

En el camino andamos y nos encontramos, Activaluz. Ser significa soñar, y soñar es trascender en la obra y la ejecución de ésas metas. Gracias por leer mis humildes líneas. Me encantó lo de las olas... (porque yo soy del mar).
Y el placer es mío... Ah, cómo me encantan, Activaluz.

¡Beso y un gran abrazo, doncella sideral!