El ciego de la iglesia
Con la cabeza cabizbaja
Un viejo ciego caminaba
Por las calles frías y el cielo nublado
Parecía tristemente desolado.
Una agonía su corazón guardaba
Un triste pesar a su mente retornaba
El recuerdo de un año en que su vida cambio
Cuando su familia perdió y solo y ciego se quedo.
No hallaba consuelo más que en la oración
Todos los días a la iglesia asistía
La gente siempre de verlo ya lo conocía
Y algunos hasta lastima le tenían.
El sacerdote del pueblo lo animaba a seguir adelante
Era su único amigo con él se desahogaba, reía y lloraba
Todo el día el ciego en la parroquia ayudaba
En las tardes a pedir limosna afuera se quedaba
Y en la noche tristemente a su casa regresaba.
Siempre era lo mismo la rutina no cambiaba
Hasta que un día una voz escucho fuera de iglesia
Y aunque su simple memoria vagaba
La voz dulce reconocía era de su nieta amada.
No pudo contener el llanto de tanta felicidad que lo invadía
Nunca imagino que uno de su familia sobrevivía
El llanto del anciano a ella llamo su atención
La pequeña nieta entonces lo reconoció
Y pronto de abrazos y besos lo lleno.
Nunca más estuvo solo y triste el viejo ciego
Pues con su nieta encontraba amor y consuelo
Y vivió para ella para cuidarla y criarla
Le ofreció el cariño que tanto necesitaba.
Con la cabeza cabizbaja
Un viejo ciego caminaba
Por las calles frías y el cielo nublado
Parecía tristemente desolado.
Una agonía su corazón guardaba
Un triste pesar a su mente retornaba
El recuerdo de un año en que su vida cambio
Cuando su familia perdió y solo y ciego se quedo.
No hallaba consuelo más que en la oración
Todos los días a la iglesia asistía
La gente siempre de verlo ya lo conocía
Y algunos hasta lastima le tenían.
El sacerdote del pueblo lo animaba a seguir adelante
Era su único amigo con él se desahogaba, reía y lloraba
Todo el día el ciego en la parroquia ayudaba
En las tardes a pedir limosna afuera se quedaba
Y en la noche tristemente a su casa regresaba.
Siempre era lo mismo la rutina no cambiaba
Hasta que un día una voz escucho fuera de iglesia
Y aunque su simple memoria vagaba
La voz dulce reconocía era de su nieta amada.
No pudo contener el llanto de tanta felicidad que lo invadía
Nunca imagino que uno de su familia sobrevivía
El llanto del anciano a ella llamo su atención
La pequeña nieta entonces lo reconoció
Y pronto de abrazos y besos lo lleno.
Nunca más estuvo solo y triste el viejo ciego
Pues con su nieta encontraba amor y consuelo
Y vivió para ella para cuidarla y criarla
Le ofreció el cariño que tanto necesitaba.
Miér Abr 17, 2024 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Miér Abr 17, 2024 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia
» La huella del amor...
Jue Abr 04, 2024 1:01 pm por caminandobajolalluvia
» Desnuda cadencia...
Jue Abr 04, 2024 12:59 pm por caminandobajolalluvia
» Son claveles...
Jue Abr 04, 2024 12:55 pm por caminandobajolalluvia