Por una venturosa mirada…
Por una venturosa mirada, beber tus pechos,
como un reptil, reptar hasta tus ojos,
y dormir acongojado de repechos,
en la furia desvalida, mis enojos…
Como un nupcial estoque, ardor y fuga
que melindra y sulfura tu artilugio,
como el mago en otra sien, otro refugio
que en tus pechos nace y vierte, y no madruga…
En tus pezones cauto vuelvo y no contagio
de la escafandra que hace ciego de mi buzo,
en otro uso a mi silencio, lengua, plagio,
que tu sombra, en mi sendero vuelve suyo…
Desde tus pies, mi carbunclo hace de mella,
dosificándose el albor, son de tu estrella,
que la bandada de tu piel, y soberana
curtir me urge y no blasona, me rebana…
Vuelto mirada, eclosión y casi muro,
enredadera tú me encauzas, y desplanto,
hasta las horas en que nazca tu hermosura
de hermosura en hermosura hay bella trama…
Con el contino de mi sombra noches ceden,
hasta la vuelta de tu pecho, casi al alba,
dosificándole a la noche su hermosura
y presto heraldo no hay en mí, tu boca usura…
No hay mesura: no hay latido, todo es clave
para sondear mi propia nave a tus espaldas,
vuelta quimera y ya lunares, que te bravan
así la noche cautiverio toma: alada…
Alada de mi insomnio, de mi espuma,
de la risa que entre sombras no bermeja,
entre lauros, comandante de hermosura
tu belleza nace y cede cuanto espeja…
Vuelto silencio mi estandarte desvaría,
otro propicio a mi falta, no devota,
así alarmando de tus senos mi septiembre,
u oro ajeno a mi nombre, mi curtiembre…
No es febrero aún, ó, Oh, sí lo es!
Todo mi empuje, arrasando las heridas de tus bujes
sombra de cara, al silencio ígneo depara
la blasfemia de mi nombre ante tu cara!
Eres caro espectro del pasado,
una noche ciega, al resplandor de mis pupilas…
Un mediodía… Desenfado, melodía
que sin voz dejé correr, amiga mía!
Tal resplandor, en otra duna no es la quilla,
vaga marea de la sombra, de mi nuez,
a la barcaza que entre brumas, solo pez,
vuelve soñando, bellos mares de su prez…
Vago resplandor, vanos ojos, vano oído…!
Sin ti las sombras de mi cuero, nace amando!
Y en mi soplo, mi desvelo aún escuchando,
de tu boca do mi anzuelo me ha mordido…!
Mujer esplendente, joven, guapa,
cual el dinero de tus urnas no has quitado,
la verborragia del poeta bienamado,
que ha perdido ser amor, en mi desgracia!
Solo me aíslo si no gano tu ventura,
ya la he perdido, pero canto mi vanguardia:
en el silencio de mi sombra mi incultura
se vuelve unánime blasón, ardor de día…
Carrocería, y motores esplendentes!
Palcos, y Gracias, Telones y butacas!
Todo el Teatro de tu cuerpo, y escalones,
…y me acobardo ante tus tuercas y bulones...!
…Perfecta y Oportuna cual desgracia,
ya la virtud de mi locura, mi arrogancia…!
Por una venturosa mirada, beber tus pechos,
como un reptil, reptar hasta tus ojos,
y dormir acongojado de repechos,
en la furia desvalida, mis enojos…
Como un nupcial estoque, ardor y fuga
que melindra y sulfura tu artilugio,
como el mago en otra sien, otro refugio
que en tus pechos nace y vierte, y no madruga…
En tus pezones cauto vuelvo y no contagio
de la escafandra que hace ciego de mi buzo,
en otro uso a mi silencio, lengua, plagio,
que tu sombra, en mi sendero vuelve suyo…
Desde tus pies, mi carbunclo hace de mella,
dosificándose el albor, son de tu estrella,
que la bandada de tu piel, y soberana
curtir me urge y no blasona, me rebana…
Vuelto mirada, eclosión y casi muro,
enredadera tú me encauzas, y desplanto,
hasta las horas en que nazca tu hermosura
de hermosura en hermosura hay bella trama…
Con el contino de mi sombra noches ceden,
hasta la vuelta de tu pecho, casi al alba,
dosificándole a la noche su hermosura
y presto heraldo no hay en mí, tu boca usura…
No hay mesura: no hay latido, todo es clave
para sondear mi propia nave a tus espaldas,
vuelta quimera y ya lunares, que te bravan
así la noche cautiverio toma: alada…
Alada de mi insomnio, de mi espuma,
de la risa que entre sombras no bermeja,
entre lauros, comandante de hermosura
tu belleza nace y cede cuanto espeja…
Vuelto silencio mi estandarte desvaría,
otro propicio a mi falta, no devota,
así alarmando de tus senos mi septiembre,
u oro ajeno a mi nombre, mi curtiembre…
No es febrero aún, ó, Oh, sí lo es!
Todo mi empuje, arrasando las heridas de tus bujes
sombra de cara, al silencio ígneo depara
la blasfemia de mi nombre ante tu cara!
Eres caro espectro del pasado,
una noche ciega, al resplandor de mis pupilas…
Un mediodía… Desenfado, melodía
que sin voz dejé correr, amiga mía!
Tal resplandor, en otra duna no es la quilla,
vaga marea de la sombra, de mi nuez,
a la barcaza que entre brumas, solo pez,
vuelve soñando, bellos mares de su prez…
Vago resplandor, vanos ojos, vano oído…!
Sin ti las sombras de mi cuero, nace amando!
Y en mi soplo, mi desvelo aún escuchando,
de tu boca do mi anzuelo me ha mordido…!
Mujer esplendente, joven, guapa,
cual el dinero de tus urnas no has quitado,
la verborragia del poeta bienamado,
que ha perdido ser amor, en mi desgracia!
Solo me aíslo si no gano tu ventura,
ya la he perdido, pero canto mi vanguardia:
en el silencio de mi sombra mi incultura
se vuelve unánime blasón, ardor de día…
Carrocería, y motores esplendentes!
Palcos, y Gracias, Telones y butacas!
Todo el Teatro de tu cuerpo, y escalones,
…y me acobardo ante tus tuercas y bulones...!
…Perfecta y Oportuna cual desgracia,
ya la virtud de mi locura, mi arrogancia…!
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» Flores esparcidas en mi alma
» Tornasolado encuentro…
» De tu inspiración, espira en la tormenta…
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